Solé asegura que "lo importante es que la Academia premiara una película como Bucarest"

EFE 03/02/2009 14:32

El cineasta catalán Albert Solé, que ha calificado de "borrachito de discoteca" a la persona que sustrajo su Goya de un guardarropa el domingo, considera que no hay que darle más trascendencia al asunto y ha aseverado que "lo importante es que se haya premiado una película como 'Bucarest. La memoria perdida'".

En declaraciones a Efe-Televisión, Solé, que hoy ya se encuentra en Barcelona trabajando en su despacho, ha reflexionado sobre el revuelo que se ha armado por la desaparición de su estatuilla y ha asegurado que "lo que no perdí en ningún momento es la ilusión por haber ganado un premio por mi película. El objeto, el símbolo, no deja de ser un objeto".

Respecto a toda la historia que publica hoy el periódico El Mundo sobre que fue un crítico de cine en paro el autor del hurto para poder denunciar el "sectarismo del cine español", el realizador catalán ha sostenido que es "preocupante" que se dé crédito a un "energúmeno" y ha agregado que el debate sobre el cine español no puede abrirlo un personaje de estas características.

Albert Solé lamenta, por otra parte, que su hija no haya podido tocar todavía el Goya, pero se ha mostrado "encantado" de que ya lo hayan devuelto.

En este sentido, ha comentado que anoche recibió una llamada telefónica del subdirector de El Mundo que le dijo que el periódico tenía la estatua en su poder y que se podía pasar a recoger a partir de las 11.00 horas de hoy.

El director de cine ha rememorado, una vez más, que la madrugada del domingo acudió a la fiesta que ofrecía el equipo de la película "Los crímenes de Oxford" y dejó sus pertenencias en el guardarropa. "Cuando salí, las fui a buscar y ya había desaparecido el Goya. Una anécdota más", ha señalado.

Reconoce que le quedó "una cara agridulce, porque tienes un subidón de toda la noche y de pronto...Tardé entre cinco y diez minutos en superarlo, porque entendí que eso tenía solución, afortunadamente", concluye.

Albert Solé obtuvo su primer Goya al mejor documental por "Bucarest. La memoria perdida", un filme en el que repasa la lucha política de su padre, Jordi Solé Tura, uno de los padres de la Constitución y ex ministro de Cultura, que padece Alzheimer.