Parte del éxito de la película, que se estrena en España el próximo 22 de mayo, se debe a sus otras cuatro protagonistas, cuatro mujeres de más de ochenta años que, por primera vez, se convertían en actrices para formar parte de esta comedia que habla sobre la vulnerabilidad, la soledad, la vitalidad y la dignidad en la tercera edad.
"Desde el primer día del rodaje supe que eran absolutamente ingobernables. Desde el primer día cogieron todos los vicios de los actores ('yo no digo esto', 'yo no me pongo esto', 'la otra sale más que yo'). Así que decidí darles la máxima libertad y dejarlas improvisar y llegaron a mejorar el guión", ha contado hoy Gianni De Gregorio en la presentación en Madrid de su primera película, con la que acaba de recibir también el premio Donatello de la Academia de Cine de Italia al mejor director novel.
Gianni De Gregorio tenía escrito el guión de esta película desde hacía casi diez años, pero no encontraba productor hasta que Matteo Garrone, con quien había trabajado en varios proyectos y también en el guión de "Gomorra", le dio el impulso.
Así fue cómo, por fin, este actor, guionista y ayudante de dirección, logró un sueño que "siempre estuvo presente" en su vida, hacer su propia película, un filme que desarrolla una anécdota que realmente le ocurrió.
"Soy hijo único y viví con mi madre diez años, porque era muy posesiva y no quería vivir en mi casa, quería que yo fuera a la suya. En ese tiempo, con ella, en el que pasó de tener ochenta a cumplir noventa años, y con sus amigas, me acerqué al universo de esa etapa de la vida", cuenta el cineasta.
En el verano del 2000 el administrador del edificio le propuso saldar las deudas que tenía con la comunidad de vecinos cuidando de su madre mientras él se iba de vacaciones de ferragosto, una festividad en mitad del mes de agosto que deja desiertas las ciudades italianas.
Gianni Di Gregorio rechazó "por dignidad" aquel trato, pero ahora ha aprovechado su primera cinta para responder a la pregunta de qué hubiera pasado si hubiese aceptado.
Así, en "Vacaciones de ferragosto", él interpreta a Gianni, un hombre maduro y alcoholizado que vive con su madre y que acepta quedarse unos días con la del administrador. Sólo que ésta viene acompañada de la Tía María y que a ellas se añade inesperadamente la madre de un médico amigo que debe quedarse de guardia en el hospital en esas fechas.
"Tenía miedo de elegir a un actor profesional que luego tuviera problemas de trabajo con actrices profesionales. Además yo tengo la edad del personaje, estoy alcoholizado como él y conozco a fondo la historia", ha explicado Gianni Di Gregorio, tras contar que tenían tan poco presupuesto que rodaron la película en su propia casa y que él se quedaba a dormir en ella por miedo a que robaran la cámara.
También le preocupaba que su madre, fallecida en el 2002, "se enfadara y se vengara, pero creo que si al final todo ha salido bien es porque ella, desde donde esté, me ha ayudado", cuenta el cineasta que asegura que trabajar con Valeria de Franciscis, Marina Cacciotti, María Calí y Grazia Cesarini como actrices ha sido para él "una lección de vida".
Y mientras disfruta de este primer éxito propio, este cineasta "artesano" espera una nueva idea para continuar su carrera. "Por ahora no me sale nada", explica.