"I wanna dance with somebody", "I will always love you", "The greatest love of all" y "Saving all my love for you" fueron algunos de los grandes éxitos que Whitney Houston interpretó en algo más de una hora de concierto. Con su hija Bobby Kristina, de quince años, a quien la cantante presentó como "el amor de mi vida", realizó en dueto el tema "My love is your love".
Entre los asistentes al concierto se encontraba Kelly Rowland, integrante de The Destiny's Child, que aseguró, antes de la actuación: "me muero por volverla a ver otra vez". El público acogió emocionado la vuelta de la cantante. "Estuvo fantástica, tanto su aspecto como su voz fueron asombrosos", manifestó uno de los invitados, a la salida del recital.
Houston, que recientemente ha sacado a la venta un nuevo recopilatorio, publicará su último disco el próximo octubre, después de más de cuatro de años de ausencia en el mercado. El productor de la cantante Clive Davis declaró: "Estamos en carrera para lanzarlo antes de las fiestas".
Estos últimos años, la cantante ha atravesado graves crisis personales como consecuencia de sus problemas de drogadicción y la conflictiva relación con su ex marido, Bobby Brown. El cantante afirmó en su biografía, titulada `Bobby Brown. The Truth the Whole Truth and Nothing But´, que la diva fue la causante de su adicción a la cocaína. "Nunca había usado la cocaína hasta que conocí a Whitney", asegura el ex marido de la cantante. Por su parte, Rowland afirmó que "la gente no debería juzgarla, ha demostrado con creces su calidad humana".