André Elbaz muestra la destrucción y el renacimiento de su obra en el Museo ABC

EUROPA PRESS 23/09/2013 14:05

Elbaz ha trabajado creando durante cerca de 50 años y ha pasado los últimos meses destruyendo. ¿El fin? Un renacimiento de sus creaciones a través de la transformación de los materiales que forman sus piezas. Ese es el resultado que el visitante podrá observar en esta exposición, titulada 'La destrucción o la obra. Urnas y laceraciones'.

Un total de 29 laceraciones (trituraciones, aplastamientos, demenuzamientos) y el tríptico 'Don Quijote' son dos de los ejemplos de la experimentación de Elbaz. A ellos se unen más de 500 pequeñas urnas de cristal que contienen el desgarro de casi 2.000 dibujos, acuarelas, litografías y serigrafías, dispuestas como una larga pared que forma una gran instalación.

Para entender los últimos años de creación de Elbaz (1934, El Jadida, Marruecos) es importante un hecho: el momento en el que el artista descubre la obra 'Los desastres de la guerra', de Goya. "Dichos grabados del gran visionario que era Goya perpetúan en cada uno de nosotros la memoria de las grandes masacres de todos los tiempos", señala.

Según ha indicado el artista este lunes durante la presentación de la exposición, el cuadro 'Los fusilamientos del 3 de mayo' también supuso un cambio trascendental en su concepto del arte. "Muestra la violencia en la gestualidad que sigue al acto. Lo trágico es que hay un silencio sin acto. Expone la responsabilidad del artista para parar lo que otros no saben parar".

Por ello, esta obra es una respuesta y una expresión ante los trastornos de la historia y su origen se sitúa en 2002, cuando comenzó a seccionar en vivo sus creaciones, momento en el que abordó su auténtico movimiento rupturista en su trabajo.

A esta muestra se une las exposiciones organizadas en Casa Árabe de Madrid y en la Alhóndiga de Segovia, todas organizadas por el Institut Français.

LA "TRAGEDIA" DE LA PINTURA CONTEMPORÁNEA

Durante la presentación, Elbaz ha manifestado que la pintura contemporánea se encuentra en un "momento trágico", algo que se debe a la "imposibilidad de seguir pintando" después de Miró, Tàpies y Picasso: "No hay herederos". "Habría sido posible poner un punto y final después de Picasso", añade.

El artista afirma que asistió estupefacto a creaciones como una "máquina que fabrica mierda" (probablemente, la creada por el artista Wim Delvoye en 2008) o los cadáveres chinos que expuso el artista alemán Gunther von Hagens.

Esa "imposibilidad de arte", así como asistir al "recorrido funesto de la historia" desembocan en la destrucción, un hecho que, además, el artista ve ligado a su propio cumpleaños, un 26 de diciembre, día que coincide con el aniversario del bombardeo de Guernica.