Una antológica de Sorolla salda la deuda de El Prado con el pintor valenciano

AGENCIA EFE 22/05/2009 13:08

Un total de 102 lienzos, entre ellas todas sus grandes obras maestras, contribuirán a dar una visión de Sorolla que va más allá de sus populares escenas costumbristas marineras, emblemáticas del pintor, al reunir desde sus primeros éxitos juveniles hasta la plenitud de su obra madura y sus años finales.

En la exposición, que inaugurará oficialmente el próximo lunes la Reina -un día antes de su apertura al público- se incluyen los catorce paneles monumentales de "La Visión de España" pintados por el artista para decorar la biblioteca de la Hispanic Society of América de Nueva York, y que acaba en Madrid su itinerancia por varias ciudades españolas.

Para José Luis Díez, comisario de la exposición y jefe de Conservación de Pintura del XIX de El Prado, salda la "deuda histórica" del museo con uno de los grandes pintores españoles, y le sitúa "dentro del lugar que le corresponde", ofreciendo al visitante una ocasión "única e irrepetible" de conocer lo mejor de toda su obra.

Recordó que desde los años ochenta todas las exposiciones dedicadas al artista valenciano han sido para ver "una visión fragmentada de su producción", y señaló que en ésta se podrá contemplar una visión general de su obra pictórica.

"No hay otro pintor de su tiempo que consiga llenar las cuatro salas de ampliación del Museo con el nivel máximo de calidad con que Sorolla lo hace", aseguró José Luis Díez, quien se mostró convencido de que ésta es de las pocas exposiciones en las que se han conseguido todas las obras pedidas, llegadas de museos y colecciones privadas de todo el mundo.

La muestra, con un recorrido cronológico, se inicia con el lienzo "El Palleter declarando la guerra a Napoleón", que supuso su pasaporte para completar su formación en Italia, y continúa con sus lienzos de argumento social como "¡Otra Margarita¡ o ¡Triste herencia¡, a los que siguen sus obras más conocidas de escenas marineras, como "La vuelta de la pesca" o "Comiendo en la barca".

Entre los cuadros más emocionantes por la ternura que desprende destaca el de "Madre", en el que refleja a su esposa, Clotilde, con su tercera hija, Elena, recién nacida (1895), así como sus retratos, en los que mejor recoge la profunda huella de Velázquez, liderados por "Desnudo de mujer", un homenaje muy personal a la "Venus del espejo".

"Sol de la tarde", expuesto por primera vez en España desde que fuera vendido en Nueva York, inaugura la siguiente sala, dedicada a los retratos de su familia como el conocido "Paseo a la orilla del mar", en el que plasma a su mujer y a su hija, casi a tamaño natural, paseando por la valenciana playa del Cabañal o "María Clotilde", utilizado como portada del catálogo.

En el piso superior, una sala acoge el conjunto íntegro de los catorce paneles de la "Visión de España" realizados por Sorolla con escenas costumbristas de las diferentes regiones españolas para la Hispanic Society of América, encabezados por el de "Castilla. La fiesta del pan", composición de impresionantes dimensiones (351 centímetros de alto por 1.392 de ancho) dividida en siete lienzos.

Javier Barón, comisario de la muestra y jefe de Departamento de Pintura del XIX del museo, destacó que para que los cuadros luzcan en sus mejores condiciones se han restaurado un total de 25, y puso de manifiesto su gran capacidad para plasmar en sus lienzos los reflejos, las luces y sombras y el movimiento.

Explicó que, además, con la exposición de los paneles de su "Visión de España" se cumple, por fin, el deseo del pintor de verlos expuestos en El Prado, algo que no se pudo realizar antes de su traslado a Nueva York.

El director del museo, Miguel Zugaza, consideró que esta muestra, con la que se intenta "salir de los tópicos" sobre Sorolla, es la "definitiva" sobre el pintor valenciano, a quien consideró un gran artista del XX, no sólo del XIX" y a quien definió como "una de las retinas más claras de la pintura española".

Zugaza animó a los visitantes a comprar sus entradas por Internet abaratando así su coste y evitando las tradicionales colas en el acceso a la pinacoteca, y señaló que todas las entradas conllevarán la fijación de una hora determinada de acceso y pases cada quince minutos.