Con motivo de la publicación reciente de sus 'Memorias del estanque' (Siruela), el autor explicaba en una entrevista con Europa Press que estaba presente todavía esa idea que le ha "perseguido siempre de ir a contracorriente".
Colinas instaba a los jóvenes a "seguir la voz" que les indique el camino de la literatura, tal y como hizo él. "Es verdad que ahora hay una cierta incomprensión por la literatura y el escritor, más viendo lo que ha pasado con las pensiones, pero los jóvenes tienen que recordar que la vida está llena de frustraciones", apuntaba.
No obstante, resaltando la importancia de que los jóvenes escritores tengan en cuenta "el punto de vista material" de su pasión, ya que un autor vive "de sus escritos y sus anexos". En el caso de Colinas, uno de esos 'anexos' ha sido la traducción --"el más duro de los trabajos intelectuales""--, con la que empezó "casi de broma" traduciendo uno de los poemas más famosos de Leopardi, 'El infinito'.
De cualquier manera, Colinas se encuentra ahora en una situación de "postparto", tal y como ironizaba, y no se plantea retomar la escritura de manera inmediata. "Cuando termino un libro --y las memorias han sido una tensión necesaria-- siempre tengo una sensación de vacío, a veces puedo estar dos años sin escribir", concluía.