La feria, que estará abierta hasta el próximo martes, concentra la participación de unos 800 artistas, cuyas obras exhiben unas 80 galerías de arte contemporáneo de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Uruguay, España y Estados Unidos.
Pese a que es el lugar por excelencia para las ventas de reconocidos coleccionistas de arte de todo el mundo, la feria ofrece a todos los visitantes -con o sin presupuesto para comprar- acercarse a lo último en artes visuales.
Sin duda, uno de los puntos de atracción es la "Soft gallerie" o "Galería blanda", de la carismática artista "pop" argentina Marta Minujín, hecha con 180 colchones que, una vez que cierre la feria, serán donados a hospitales de niños.
La instalación, que se vio por primera vez en 1973 en Washington y que recientemente fue montada en Austria, EE.UU. y Canadá, es una invitación a volver a ser niños que saltan sobre la cama como un recurso contra el estrés.
Otra obra que se destaca es "El mar se ahoga", del siempre vigente Clorindo Testa, una escultura hecha con llantas y otros desechos que denuncia cómo la basura está matando los océanos.
Si de vanguardia de trata, el "Barrio joven", además de concentrar la obra de los artistas más jóvenes, cuenta con un bar donde artistas de la movida del "street art" intervendrán el espacio e invitarán al público a imitarles con total libertad expresiva.
En la feria, que el año pasado tuvo 120.000 visitantes, también habrá un homenaje a tres grandes maestros del arte argentino, Rómulo Macció, Alejandro Puente y Luis Felipe Noé, y otro a Carlos Gallardo, de quien se exhibe una serie de sus fotografías artísticas.
Lo demás es perderse en calles repletas de espacios de arte a uno y otro lado, donde el visitante se entremezcla con adinerados coleccionistas, críticos, directores de museos, galeristas y compradores de arte para colecciones corporativas.
"Las expectativas para esta edición son muy altas porque viene mucha gente y ArteBA es un momento muy importante para nosotros los galeristas", dijo hoy Efe el galerista Daniel Abate, quien señaló que en el arte los argentinos son "evidentemente buenos y baratos".
Según Rita Maschwitz, de la galería Teresa Anchorena, el público de la feria es muy variado, desde "coleccionistas argentinos, de fuera, gente joven y gente que busca las nuevas tendencias".
"Sería muy loco decir que la crisis no impactó, pero vamos a ver cómo reacciona el visitante. Estamos todos a la expectativa, pero por lo que se siente aquí, en ArteBA hay una muy buena energía y creemos que va a ser un buen año también", señaló.