Según ha explicado su responsable de estrategia y mercadotecnia, Rodrigo Pelaz, con esta empresa se pretende dar a conocer, distribuir digitalmente, representar y asesorar a artistas de hasta trece disciplinas diferentes: actores, bailarines, creativos, pinchadiscos, diseñadores, escultores, fotógrafos, grupos de música, músicos independientes, modelos, pintores, presentadores, productores y sellos discográficos.
Rodrigo asegura que lo más difícil de poner a un artista en el mercado "es la competencia, sobretodo en el mundo de la música y, concretamente, en el pop". Por esto, y aprovechando las características de Internet, cree que el proyecto es "una gran oportunidad" para los artistas ya que "abre la posibilidad de poner en contacto un producto del país con un representante internacional".
La empresa ya dispone de 3.000 grupos de música, mayoritariamente de Barcelona, Madrid y México, y su responsable de mercadotecnia cree que una de las claves de su éxito es que sus contratos no suponen exclusividad ni son indefinidos, de forma que no obligan a los artistas a permanecer con ellos.
Su fundador, Juan Miguel Molina, creó el nombre de Island Groove en 2002 después de dedicarse a la realización de eventos bajo diferentes nombres en Barcelona, Madrid y Málaga. Ahora, Island Groove Group pretende implantarse mundialmente gracias a la forma de trabajo, como hormiguitas, que trabajan poco a poco y de forma constante. BRG