Atxaga da un giro a su obra en "Siete casas en Francia", una fábula sobre el Congo

AGENCIA EFE 12/05/2009 07:34

Según explica el autor de "El hijo del acordeonista", con su última novela ha buscado un nuevo "ajuste" de su producción literaria. "Hay vías que se cierran porque no dan más de sí", añade Atxaga, quien siente que ya ha dejado atrás sus libros de Obaba y que en su nueva novela sitúa la acción muy lejos de Euskadi.

"Busque otro cabo del que tirar", añade Atxaga y precisa que ese cabo lo encontró en un cuento, por él escrito hace tiempo, titulado "Pirpo y Chamberlain asesinos", en el que narraba un hecho de "extrema crueldad" contado con "ligereza".

Conceptualmente, explica Atxaga, se trata de una historia de hechos trágicos, que se cuentan "como en broma" y con "indiferencia".

Esto que, según Atxaga, puede resultar "chocante" para el lector, es precisamente lo que ha buscado el autor, porque considera que en la actualidad es más fácil conseguir así el objetivo de "ir cambiando la sensibilidad de los lectores".

Atxaga, antes de intervenir en el ciclo "Más que palabras" que organiza la Obra Social y Cultural de Caja Cantabria, ha hecho un paralelismo entre la Alemania nazi y el Congo de la época del rey Leopoldo II.

El escritor vasco, en rueda de prensa, ha explicado que eligió el Congo como escenario de su última novela porque, a diferencia de lo ocurrido con el nazismo que "fue juzgado y condenado por todo el mundo", el genocidio que se vivió en el Congo "permanece intacto".

"En Bélgica sigue habiendo avenidas, plazas y monumnetos dedicados a ese rey Leopoldo II", señala Atxaga y matiza que su novela "es más una fábula que un documento".

Al respecto, Atxaga señala que, pese a ser una fábula, la obra no tiene moraleja, ya que, a su juicio, "hay una relación directa entre la extensión narrativa y la simplicidad del mensaje". "La fábulas tienen moraleja porque son breves, pero en las novelas los mensajes son múltiples", opina Atxaga.

En "Siete casas en Francia", Atxaga se traslada a Yangambi, junto al río Congo, para narrar las peripecias de un destacamento de militares mandados por el capitán Lalande Biran, un poeta sin escrúpulos.

El título de la obra responde a que Lalande Biran recibía cartas de su esposa en las que le animaba a permanecer en El Congo para conseguir comprar su séptima casa en Francia, porque el capitán obtenía pingües beneficios del tráfico con el marfil de los elefantes y con los troncos de caoba.

Finalmente, Barnardo Atxaga ha hecho hincapié en que "Siete casas en Francia" se ha publicado al mismo tiempo en las cuatro lenguas oficiales de España (castellano, euskera, catalán y gallego).

"No pensé el trabajo tremendo que me iban a acarrear las correcciones", reconoce Atxaga satisfecho de haber tenido ese "gesto anecdótico, pero no del todo banal" de sacar a la luz una obra en cuatro idiomas.