El Ayuntamiento de Barcelona no aportará dinero si se ubica una sucursal del Hermitage en Barcelona, proyecto que está negociando un grupo de inversores privados rusos con el Puerto de Barcelona, el Consistorio barcelonés y la Generalitat.
En declaraciones a la prensa en la presentación del proyecto Tapa Solidaria del Casal d'Infants, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha señalado que este proyecto es una posibilidad, pero el Ayuntamiento no pondrá "ni un euro" porque tiene otras prioridades.
Ha puesto el ejemplo de obras empezadas que hay que acabar como el Museo Disseny Hub, el Born, los Encants, el mercado de Sant Antoni y "muchas cosas desde el punto de vista social" a las que Barcelona debe dar respuesta.
En todo caso, se ha mostrado "encantado de que venga gente a invertir" a la ciudad de Barcelona, que cuenta con atractivos como su potente marca y los ocho millones de turistas que la visitan anualmente.
Ha recordado que la decisión de los inversores todavía no está tomada, pero que el Ayuntamiento ve "positivo para todos" que se abra esta delegación del Hermitage siempre que se preserve la estructura física de las antiguas naves portuarias en donde se estudia ubicarla, que el alcalde ha recordado que están protegidas.
Los inversores quieren situar el complejo junto al hotel W, en tres de un grupo antiguas naves portuarias en la Bocana Nord, ahora sin uso.
El Hermitage ya cuenta con sucursales en otras ciudades del mundo, como Ámsterdam (Holanda) y Ferrara (Italia), y el modelo regional hasta ahora sigue el concepto de las franquicias, de forma que un grupo de inversores se encarga de los aspectos logísticos y de ubicación, y el Hermitage presta parte de su colección para exponerla.
El Hermitage es una de las pinacotecas más importantes del mundo, con casi 17.000 pinturas, más de 622.000 trabajos de artes gráficas, 300.000 trabajos de arte aplicada, un millón de piezas de numismática, 738.000 objetos arqueológicos y 12.600 esculturas, entre otros, según recoge su web.