Blanca Riestra hace viajar a 'Greta en su laberinto', una novela de vampiros en un futuro decadente e "hipermediatizado"

EUROPA PRESS 19/12/2016 13:45

Riestra, que da un giro a su trayectoria literaria con esta distopía (su anterior novela, 'Pregúntale al viento', era un trabajo con mucho de autobiografía), reconoce en una entrevista con Europa Press que le apetecía "cambiar de registro y disfrutar". "Aunque pueda parecer una novela tremendista y dura sobre la crisis, tiene un componente gamberro", ha señalado.

Por ello, una de las primeras 'pistas' sobre este humor soterrado es el subtítulo, el de una 'ópera rock'. "Puse ese subtítulo a posteriori, para dar una clave de lectura y que la gente no se lo tomase todo como algo oscuro y serio, porque tiene también un componente de pieza histriónica", ha señalado.

En el año 2020, Greta inicia una búsqueda de su hermano desaparecido que le lleva a Agar, ciudad decadente que "tiene mucho de Madrid", a pesar de estar al lado del mar. La joven conocerá allí a numerosos personajes marginados o apartados que tienen que buscar su identidad, en una zona donde los niños han desaparecido.

LOS VAMPIROS ROMÁNTICOS

La idea de introducir vampiros en esta novela proviene de la fascinación de Riestra por esta idea. "Tiene un componente de individualismo extremo y al mismo tiempo la fatalidad de su propio destino: algo que para nosotros sería maravilloso, ser inmortales, para ellos es una condena insoportable", ha apuntado.

En cualquier caso, la autora no ha puesto mucha distancia con ese futuro imaginado. "La empecé a escribir hace unos años y es una novela fruto de la crisis y el desconcierto que vivimos todos ante un mundo que se desplomaba. Me pareció que en 15 años era una posibilidad que pudiera pasar esto, solo hay que ver como todo cambia tan rápido y el periódico te da la razón cada día, con la aparición de fantoches y fantasmas disfrazados", ha señalado.

El sentimiento que sobrevuela por esta obra es el de que "parece que todo esté justificado siempre y cuando mejore la balanza final". Y hasta llegar a esta situación, las redes sociales o la televisión ayudan a desconectar a los ciudadanos, hasta hacerlos parecer 'zombies' sin ninguna preocupación por el otro.

EL NOBEL A DYLAN

"La hipermediatización que nos domina todos los días nos está convirtiendo en números, desaparecemos como individuos y la situación es bastante inquietante. El hecho de que ahora no solo seamos protagonistas de lo que pasa, sino de que queremos retransmitir los acontecimientos, convierte la realidad en algo poroso y extraño", ha indicado.

'Greta en su laberinto' tiene algo de deudora de lo audiovisual, algo que a Riestra no le importa reconocer. "Establecer barreras es esterilizante y poco realista. Las diferencias entre alta y baja cultura se han borrado hace tiempo y la literatura no tiene por qué ponerse barreras. Por ejemplo, a mi me parece estupendo que le den el Nobel a Dylan, que para mi es un gran novelista del que han bebido otros escritores a saco", ha concluido.