Los rollos de pianola de la BNE abandonan los depósitos y se reproducen en la web de la Biblioteca Digital Hispánica

EUROPA PRESS 03/05/2016 18:15

Desde cada uno de los registros (más de 1.600) no sólo pueden escucharse las piezas 'encerradas' en este soporte, sino que también puede verse la imagen del rollo físico, así como sus portadas. En España fue un producto comercial de gran éxito, especialmente entre 1910 y 1930.

Según explica la BNE, un rollo de pianola es un soporte a medio camino entre la grabación y la partitura, condición que lo convierte en una "auténtica rara avis" entre los archivos sonoros. En concreto, indica que "no fue un simple instrumento de reproducción automática", sino que permitía y precisaba una "potente interacción musical" con el usuario.

Asimismo, explica que los rollos tienen unas perforaciones que hacen sonar la pianola de forma automática, un hecho que los convierte en un soporte para la reproducción mecánica de música. "

Sin embargo, las indicaciones gráficas estampadas sobre el mismo papel lo acercan a algo muy próximo a una partitura, que está abierta a infinitas posibilidades interpretativas. Históricamente, esas indicaciones gráficas permitían al pianolista modificar la velocidad y la intensidad de la música mediante unos controles manuales ubicados frente al teclado, creando así su propia interpretación de la pieza contenida en el rollo", añade la BNE.

Es más, sostiene que, más allá de su importancia sonora, esas indicaciones gráficas representan un elemento de alto interés musicológico, debido a que muestran de manera indirecta las estéticas y las corrientes interpretativas de las primeras décadas del siglo XX.

EL PROYECTO DE DIGITALIZACIÓN

Para digitalizar su colección, la BNE ha apostado por un novedoso sistema de visión por computador diseñado conjuntamente por el Departamento de Arte y Musicología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y el Centro de Visión por Computador (CVC), instituciones pioneras en la investigación sobre preservación de rollos de pianola.

A su vez, también se ha prestado atención a la preservación de los derivados digitales que se obtienen como resultado del proceso de digitalización (fundamentalmente ficheros MIDI, MP3, TIFF y JPEG). Estos ficheros son otra expresión de un patrimonio documental y sonoro sobre el cual la BNE debe garantizar su accesibilidad y funcionalidad a largo plazo.

En el proceso de restauración se han empleado técnicas japonesas para la reparación del papel de los rollos y se han hallado soluciones innovadoras para recuperar el resto de materiales que componen estos registros sonoros del pasado.

La colección de rollos de pianola de la BNE se inició en 1990, cuando el Servicio de Partituras, Registros Sonoros y Audiovisuales compró una pianola Sterling de 1918 y 550 rollos. En la actualidad, la BNE cuenta con tres pianos mecánicos y una colección de más de 6.000 documentos procedentes de compras y donativos.