El bueno de la película

INFORMATIVOSTELECINCO.COM / AGENCIAS 20/05/2008 10:33

Siempre representó a hombres corrientes y sencillos, fue el paradigma del hombre normal al que todos se querían parecer. Tal vez esa fue la clave del éxito de un prolífica carrera en la que toco todos los géneros, del western a la comedia romántica, del drama al suspense. Sesenta años de carrera dan para mucho.

Alfred Hitchcock, Frank Capra, John Ford o Anthony Mann, Stewart fue clave en las películas de algunos de los directores más reconocidos de su época. Su mayor éxito lo obtuvo con 'Historias de Filadelfia' (1940), gracias a la que recibió el Oscar al mejor actor.

Pero, para él su mejor película fue el clásico navideño '¡Qué bello es vivir!' (1946), con la que también obtuvo una candidatura al Oscar. Él mismo la consideró como su cinta preferida, "la película en sí misma no tiene nada excepcional. Es simplemente sobre un tipo ordinario que descubre que vivir cada día de forma honorable, con fe en Dios y preocupándose por los demás, puede ser una vida maravillosa", afirmó.

Eterno enamorado

Fue todo un seductor de Hollywood, pero la fogosidad con la que llegó a Hollywood desapareció cuando se enamoró de su única mujer, Gloria Hatrick Malean. El actor se casó con ella en 1941 y no se separaron hasta la muerte de ella en 1994, por un cáncer de pulmón.

Su exitosa carrera se vio interrumpida cuando decidió alistarse en el ejército y se convirtió en el primer actor que luchó en la Segunda Guerra Mundial. Esto le alejó cuatro años de los platós, pero le valió la Medalla del Servicio del Aire, la Cruz del Vuelo Distinguido y la Cruz de Guerra francesa entre otras.

En 1985 recibió el Oscar honorífico a toda su carrera. Murió el 2 de julio de 1997. Hill Clinto afirmó, el día de su muerte, "Estados Unido ha perdido un tesoro nacional". Cien años después de su nacimiento el mundo del cine le sigue recordando como el hombre bonachón que fue y eternamente enamorado de Gloria. BQM