"No creo en la objetividad sino en la honestidad a la hora de dar la noticia"

ELENA GONZÁLEZ 02/03/2009 12:43

Desde que el periodista pisara por primera vez la redacción de una televisión en 1988, ha llovido mucho. En estos años, que Piqueras ha plantado cara a la actualidad en los platós más importantes del país, hay dos noticias que él recuerda por su extrema crudeza: el atentado a Irene Villa y el 11-M. En el momento en el que un profesional tiene que afrontar estas noticias, reconoce Pedro, "intentamos que no se nos noten las emociones pero todo el mundo tiene su sensibilidad".

Los informativos, "columna vertebral"

El director de Informativos ha reconocido que no veremos nuevas caras ni grandes cambios en los informativos de la cadena. "Cuando las cosas van bien, mejor no tocarlas", afirma. Además se ha mostrado agradecido con la audiencia conseguida de los últimos meses porque premia el buen trabajo desarrollado por toda la redacción, de la que está tremendamente orgulloso. De hecho, cuando él aterrizó en Telecinco, los datos eran bajos y "todo indicaba que en el futuro podríamos perder más espectadores". Una situación que finalmente no se produjo gracias a que él y su equipo han conseguido transmitir la información de una manera clara y honesta, algo que llega a la gente.

Para Piqueras, los informativos de una cadena de televisión son la columna vertebral de la misma. Y ahora, más que nunca, están pegados a la sociedad. Los de Telecinco, son "directos, rápidos, tienen ritmo". Cuando elaboras un informativo, "hay que dibujarlo" y echarle mucha creatividad. Éste es el camino para llegar a la gente. No obstante, reconoce que, hoy por hoy, "todas las cadenas hacen el dato con el suceso pero eso irá menos, en eso estamos nosotros".

Sobre Galicia y Euskadi

Hoy, día de valoraciones postelectorales, Piqueras ha hecho su propio balance aunque "ahora mismo lo están valorando los políticos y son quienes deben hacerlo". En este sentido, el periodista ha mostrado un respeto absoluto a los resultados y cree que mientras en Galicia el cambio ha sido muy claro, en Euskadi subyace el mensaje de que el "nacionalismo no es algo progresista". "La imposición de cuestiones que defiende el nacionalismo desde un mundo globalizado, desde la izquierda no se entiende", apunta.