La seguridad aumentaba, al igual que los focos, las cámaras y los micrófonos de los medios acreditados. Anunció que acudiría en Sálvame diario, y sin faltar a su palabra, Belén Esteban acudía a IFEMA para apoyar a David Delfín.
Entre gritos y decenas de personas pidiéndole una fotografía, se hacía hueco entre la multitud para llegar al front row, que compartiría con incondicionales del diseñador como Alaska, Bibiana Fernández, Rossy de Palma, Javier Cámara, Carmen Lomana, Paco León o Alex de la Iglesia.
A los acomodadores se les complicaba el trabajo, ya que todos los asistentes querían fotos con ellos pero, finalmente, tras conseguir sentar a la gente, el show comenzaba.
Una gran humareda avecinaba que David Delfín quería trasladarnos a otro mundo. Tras ella, uno a uno, sus monstruos de orejas azules, encabezados por su musa y amiga, Bimba Bosé, paseaban por la pasarela con traje chaqueta estampados con las iniciales del diseñador y motivos geométricos llenos de color.
Una colección casi unisex, donde las camisas blancas abrochadas hasta el cuello, los pantalones anchos y los cuerpos sin mangas están permitidos para todos. El blanco y negro se impone en las prendas, donde los colores aparecen tan solo como pequeños toques en los estampados geométricos que decoran camisas o faldas.
Como contrapunto, el azul añil aparece en trajes chaqueta y pantalón para él y en faldas para ella.
Y, para terminar, llamativos vestidos verdes como los que llevaban la modelo Alba Galocha o Bimba Bosé, cerraba el desfile mientras se oía "desfachatez" de Fangoria.