Matsuura ha inaugurado en Sevilla la reunión anual de este Comité de la UNESCO, que se celebra por primera vez en España, hasta el 30 de junio, junto a la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, el alcalde sevillano, Alfredo Sánchez Monteseirín, y la embajadora española ante la UNESCO y presidenta de dicho órgano, María Jesús San Segundo, entre otros.
Tras agradecer la acogida a Sevilla y España, con 40 sitios en la Lista -6 andaluces y entre ellos el conjunto de la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias sevillano-, ha valorado la labor española en la materia y su cooperación en protección del patrimonio sobre todo con Latinoamérica, y ha dicho que deben seguir avanzando en crear mecanismos de financiación y lograr recursos para conservar los bienes inscritos de "valor excepcional" de países en desarrollo.
Para el responsable de la UNESCO, otros retos, pese a los avances de la última década, son "hacer más para asegurar" un equilibrio geográfico estratégico en el marco del patrimonio mundial, aunque se ha avanzado en la diversidad de los sitios y ahora hay más paisajes, así como debatir sobre cómo afrontar las amenazas que hay respecto a la protección de algunos sitios, pues "queda mucho por hacer".
Pese al momento de crisis, ha confiado en que los socios seguirán cooperando para llevar a la práctica esta Convención aprobada en 1972 y ha subrayado que lo que comparten es "ese compromiso, y lo importante es salvaguardar nuestro legado y el patrimonio para las generaciones venideras", y ha afirmado que "la protección del Patrimonio Mundial "está segura en las manos de este Comité".
También han intervenido los presidentes del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, Olabiyi Yai, que ha elogiado la diversidad cultural de Sevilla y Andalucía y ha reclamado mayor apoyo a la protección del patrimonio en África y los países árabes pues "aún son los parientes pobres"; y del Comité, la española María Jesús San Segundo, para quien este legado tiene "un grandísimo potencial de desarrollo, pero hay que garantizar que su impacto sobre áreas protegidas sea sostenible".
Por su parte, la ministra ha resaltado que España es un país "de historia inagotable y diversidad lingüística cultural", que trabaja "en la defensa de los derechos humanos, la fuerza de la paz, la cultura y la palabra, en la alianza de civilizaciones", y que "si hoy sigue haciendo falta aunar voluntades para preservar la herencia común de la humanidad es porque la dejadez y la barbarie no han cesado".
"Porque todavía persisten los riesgos, no podemos bajar los brazos y hemos de sumar nuevas manos, que protejan la integridad del paisaje cultural global frente a lo irreparable y lo irreversible", y para "transmitir nuestro legado cultural a las generaciones del mañana", ha recalcado, y ha apelado a "avivar y elevar la llama de la cultura, frente a cualquier crisis y cualquier incertidumbre", ha dicho González Sinde.