El principal atractivo como no, serán los encierros, uno de los eventos que mayor share televisivo concentra en toda la programación. Nadie puede resistirse una vez que se ha levantado a las 8 de la mañana despegarse de la televisión para contemplar las carreras de todos aquellos que con gran valentía y cabeza, se ponen enfrente de los toros recorriendo con gran rapidez la calle estafeta.
Pero San Fermín es muchísimo más que todo lo que se nos transmite por la televisión, es casi una filosofía de vida que se impregna a todos aquellos que pasan los días en la capital Navarra. Dejando de lado la fiesta en sí, San Fermín es pasar tiempo en familia y amigos, tomar churros en La Mañueta, los pasodobles de La Pamplonesa acompañados de un largo aperitivo o en las sobremesas disfrutando en sociedad en El Chanclazo o finalmente disfrutar de un delicioso sorbete de limón en Gazteluleku.
Apreciar las dianas o sonreír al ver como los niños entregan sus chupetes a los gigantes y cabezudos. Enamorarse encarecidamente de las meriendas en los toros, en la única plaza que sistemáticamente cuelga el no hay billetes. Además el lugar donde se dan cita las mejores figuras del toreo. Y finalmente caer rendido en la vuelta del castillo mientras contemplas el festival internacional de fuegos artificiales
Pues con idealista.com puedes disfrutar de esta filosofía íntegra de la Semana Grande de Pamplona. Rincones que seguramente no olvidarás y que se encuentran en el corazón de la fiesta navarrica, como por ejemplo en la Plaza del Castillo. Considerado el centro de la fiesta y el "cuarto de estar" de los pamploneses, toda la fiesta girará en torno a esta plaza.
Si quieres pasar únicamente las fiestas, idealista te ofrece una oportunidad de oro por el módico precio de 700€ de un piso de 59 metros cuadrados. Algo más caro pero que sería para disfrutar no solo de un año de los sanfermines sino si quieres para siempre en un ático en venta de 135m2 por unos 290.000 euros.
Para los que buscan tranquilidad y más calma de tanta fiesta, nos encontramos con otra de las zonas de especial interés en Pamplona. En el Paseo de Sarasate, dentro del centro neurálgico de la ciudad, nos encontramos con unos apetecibles bancos a la sombra de los árboles escuchando el festival de jazz o las jotas mañaneras. Por unos 320.000 euros tenemos un piso en venta de 137 metros cuadrados. Toda una oportunidad para disfrutar además de la ciudad.
Ya cerca del recorrido de los propios encierros nos encontramos con la Calle de los Mercaderes y la Calle Estafeta. En la primera de ellas, nos encontramos con la famosa curva que cambia bruscamente el recorrido de los astados. Uno de los puntos más peligrosos de todo el encierro y donde si te gusta la adrenalina, disfrutarás de este ático de 130m2 en la Calle Saturnino donde podrás gozar de las vistas de esa famosa curva por 380.000 euros.
En la Calle Estafeta, el corazón del encierro, es donde idealista.com tiene muchas más propuestas. Una calle cuyo nombre es sinónimo de riesgo y una buena manera de disfrutar al cien por cien de los famosos encierros de San Fermín. Cuatro pisos en venta que van desde los 70 metros cuadrados hasta los 120. El primero por 200.000 euros de 72m2, dos pisos de 90m2 de unos 170.000 euros y el más amplio de 120 metros cuadrados y más caro, 267.000€.
Unas propuestas perfectas para conseguir lugares privilegiados y disfrutar de San Fermín en todo su esplendor.
PLAZA DEL CASTILLO
El corazón de la fiesta y el "cuarto de estar" de los pamploneses. Todo en San Fermín gira en torno a esta plaza, tanto de día como de noche.
SARASATE
Es el espacio más calmado dentro del centro neurálgico. Sus bancos a la sombra arbolada son el mejor espacio para escuchar el festival de jazz o las jotas mañaneras.
MERCADERES
En los encierros, los toros pasan la plaza del ayuntamiento y siguen cogiendo velocidad por la calle mercaderes. de repente el recorrido gira bruscamente y los astados chocan violentamente contra el vallado. es la famosa curva. Uno de los puntos más peligrosos de todo el encierro
ESTAFETA
Y llegamos al corazón del encierro, a la calle cuyo nombre es sinónimo de riesgo, de manadas disgregadas y espectaculares carreras. A pesar de su pendiente es un tramo recto, que se puede contemplar prácticamente desde cualquier balcón.