Sin tiempo de disfrutar de sus años de niñez, al entrar prematuramente en la adolescencia, la actriz se enfrentó al drama del consumo y adicción a las drogas con solo 13 años, cuando fue internada en una clínica de rehabilitación.
Barrymore, que recientemente ha estado en Kenya, afirmó que la experiencia de poder haber estado con otros niños le ha abierto los ojos y ha reconocido que "Me emocioné al ver a esos chicos que simplemente tenían una vida normal, y que iban a la escuela. Yo a su edad tenía que a trabajar, nunca tuve la oportunidad de ir al colegio", confesó en la edición de septiembre de la revista 'Conde Nast Traveler'.
"Nunca fui al colegio porque estaba trabajando, así que prácticamente no tuve infancia. Quería saber por qué estos niños se sentían tan entusiasmados por andar tantos kilómetros para acudir a clases abarrotadas", dijo la actriz de 'Nunca me han besado'.
Los niños le contaron que querían ir a la escuela para luego tener profesiones que les permitieran ayudar a los demás, una respuesta que, tal y como explica, le dejó profundamente impactada.
haber empezado a trabajar tan temprano fue un tremendo error.