La última entrevista al chileno Carlos Droguett sale a la luz 34 años después

EFE 18/03/2009 16:58

"Sobre la ausencia" se titula el libro que contiene la entrevista en la que Droguett critica ácidamente al peruano Mario Vargas Llosa, hace una verdadera declaración de principios político-literarios y afirma que el Chile de Pinochet es un país "anegado por una inmensa tormenta de mierda".

Así lo adelantó hoy al diario La Tercera el poeta Roberto Contreras, integrante del colectivo literario "Lanzallamas", que ha rescatado la entrevista y se ha encargado de su edición.

Droguett, que en "Matar a los Viejos" (1975) imaginó a Pinochet en sus últimos días como un viejo mono encerrado en una jaula, sostiene que frente a la dictadura "el solo hecho de estar vivo (...) ya es una cobardía".

En la entrevista, realizada el 5 de septiembre de 1975 por Jaime Ignacio Ossa Galdames, que al mes siguiente murió mientras era torturado por la Policía secreta de Pinochet, el autor de "Patas de Perro" y "Eloy" afirma que el autor que no escribe por la justicia "es un despojador de los débiles, un ladrón".

"Digo más, que es un despojador de los pobres y su crueldad es tanta como la crueldad de un mal rico", precisa el también autor de "60 muertos en la escalera" y "Todas esas muertes", por la que obtuvo en 1971 el Premio Alfaguara tras haber sido galardonado el año anterior con el Premio Nacional de Literatura.

De Vargas Llosa opina que a veces lo ve como a "un masturbador de la novela, como un hombre buscador de éxito. Éxito económico y éxito social".

"Lo he visto actuando en busca de clientela y de mercado", sostiene Droguett, fallecido en la ciudad suiza de Berna.

También lanza dardos afilados contra algunos escritores chilenos como Guillermo Blanco y Francisco Coloane, sostiene que la narrativa de su país palidece frente a la poesía en su intento de retratar "la verdadera realidad" y elogia sólo a Manuel Rojas ("Hijo de Ladrón") y Baldomero Lillo ("Sub Terra").

Tras el golpe militar de 1973, Droguett, conocido simpatizante de la izquierda radical, comenzó a colaborar con el Comité Pro Paz, primera entidad que defendió a las víctimas de la dictadura (1973-1990) y que estaba integrada por representantes de varias iglesias.

El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), que resistía con las armas a la dictadura, dispuso entonces que uno de sus militantes, Jaime Ignacio Ossa, se preocupara de la seguridad del escritor y de su familia.

Ossa, de 32 años, era profesor de literatura de la Universidad Católica y, pocos días antes de que Droguett saliera de Chile a un exilio que fue definitivo, decidió registrar en una grabadora las impresiones de uno de los máximos exponentes de la llamada Generación de 1938.

Se vieron por última vez en el aeropuerto, cuando Droguett se marchó. Ossa fue detenido por agentes represores el 20 de octubre de 1975 y murió cinco días después durante una sesión de tortura en la "Villa Grimaldi", la más siniestra cárcel clandestina de la dictadura.