Una exposición enfrenta la España negra con la modernidad y la renovación

AGENCIA EFE 04/06/2009 07:20

En un encuentro con los medios de comunicación, el comisario de la exposición, Pablo Jiménez Burillo, ha dicho que se trata de una muestra "muy especial", compuesta por obras de artistas que "se plantearon por primera vez cómo iba a ser la vida y sintieron por primera vez este mundo moderno en el que también vivimos nosotros", capaces de "anunciar lo que sería un siglo lleno de renovaciones".

La exposición, organizada por la Fundación Mapfre y la Universidad de Zaragoza, presenta 50 obras de artistas como Pablo Picasso, Joaquín Sorolla, Salvador Dalí, Ignacio Zuloaga, Hermen Anglada-Camarasa, Daniel Vázquez Díaz, Darío de Regollos, Ramón Casas, Santiago Rusiñol, Francisco Iturrino y Julio Romero de Torres, entre otros.

Con la muestra, según el comisario, se intenta romper con ese tópico de los modernos y los antiguos, pero también con esa creencia de que "el arte bueno español, el que se podía salvar, era lo que llamábamos de la España negra, el arte que venía de Goya", el que "daba la visión de un país dramático, de pasiones encendidas y realmente de difíciles reconciliaciones".

Y es que en esta exposición también tiene cabida la España blanca, moderna, la que se había incorporado al resto de Europa, trabajadora, que creía en los principios del socialismo y en la posibilidad de un mundo mejor.

Estas dos "españas" conviven perfectamente en esta exposición, donde se complementan y se necesitan para entender el país que es hoy, ha asegurado el comisario, quien ha subrayado que en las obras "están las peculiaridades de cada comunidad autónoma, de cada nacionalidad, los acentos catalanes y la forma de incorporarse a la modernidad de los vascos".

Quizá el mejor ejemplo de esa reconciliación sea Sorolla, y en la muestra se incluyen siete de sus obras, la mayoría de colecciones privadas que tardarán mucho tiempo en volver a verse, ha apuntado el comisario.

En definitiva, ha recalcado que esta exposición es una "lección de modernidad, de reconciliación, de vivir sin grandes tensiones el mundo moderno", y además "ofrece una visión más despreocupada, menos dramática de nuestra historia", porque ser español "no siempre fue un drama, no siempre fue una tragedia", ya que el siglo XX está marcado por una Guerra Civil pero también por unos artistas que intentaron enfrentarse a la modernidad.

Para poder organizar esta muestra se ha contado con la colaboración del Museo Nacional de Arte de Cataluña, del Museo de Bellas Artes de Bilbao, del Museo Sorolla, de la Fundación La Caixa, del Museo Thyssen-Bornemisza o de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, entre otros.

La exposición podrá visitarse hasta el 28 de julio de martes a sábados de 10:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 21:00 horas, mientras que los domingos y festivos el edificio Paraninfo abrirá sus puertas de 10:00 a 14:00 horas.