La escena irreverente pierde a Pepe Rubianes, uno de sus grandes nombres

EFE 01/03/2009 11:54

Rubianes, nacido en Villagarcía de Arousa (Pontevedra), aunque vivió casi toda su vida adulta en Cataluña, fue un actor de humor acerado y maestro de los monólogos, un género en el que brilló y abrió camino a las actuales generaciones de cómicos españoles.

La capilla ardiente del actor, conocido sobre todo por su labor teatral desarrollada en Cataluña, aunque también muy popular en el resto del país por sus monólogos y algunas de sus intervenciones televisivas, como el "choriso" Makinavaja, se ha instalado a las 18:00 horas en el tanatorio Sancho de Dávila, y permanecerá abierta hasta las 22:00 horas.

Por allí han desfilado ya numerosos amigos del artista, como los periodistas Manel Fuentes y Andreu Buenafuente, el actor Carles Flavià, o Joan Lluis Bozzo, director artístico de Dagoll Dagom, compañía en la que se inició Rubianes,

El entierro será mañana a las 13.30 horas, en la más estricta intimidad, según deseos de la familia.

La enfermedad que ha acabado con la vida de este genio de la palabra le fue diagnosticada hace menos de un año, por lo que en abril pasado se vio obligado a suspender las representaciones de su montaje "La Sonrisa Etíope" en el Teatro Capitol de la capital catalana.

Entonces, se pensó que sería un parón temporal, pero el rápido avance de la enfermedad hizo imposible su vuelta a los escenarios, aunque su voz en off se pudo escuchar todavía el pasado julio en el papel de "Dios" dentro del musical "Monthy Python's Spamalot" de la compañía Tricicle.

Rubianes debutó en el teatro profesional con Dagoll Dagom en los musicales "No hablaré en clase" y "Antaviana", participó en la "Operación Ubú", con Els Joglars y en 1982 emprendió su exitosa carrera en solitario.

Entre sus últimos montajes destaca "Lorca eran todos" en el que se estrenaba en la dirección teatral y donde rendía homenaje a Federico García Lorca y a los desaparecidos en la Guerra Civil.

Fue precisamente durante la promoción de esta obra, cuando el actor demostró una vez más que no tenía pelos en la lengua, ya que unas escatológicas declaraciones suyas en un programa de TV3 contra la unidad de España le valieron una denuncia ante los tribunales que finalmente fue archivada.

Sin embargo, el montaje de Rubianes fue vetado por el Teatro Español de la capital mientras que el actor cómico afrontaba un proceso penal por ultrajes a España.

La noticia de la muerte del actor ha generado una oleada de condolencias tanto de sus amigos y compañeros del teatro y la cultura, como de la clase política catalana.

El presidente de la Generalitat, José Montilla, ha calificado de "gran pérdida para la cultura y para el país" el fallecimiento de Rubianes.

El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, ha lamentado la pérdida de "una de las grandes figuras del humor inteligente" un cómico, ha dicho, con "una especial sensibilidad.

El actor Carles Flavià, con quien compartió escenarios, viajes y juergas, ha destacado "la labor de investigación" teatral de Rubianes, y para su representante y amigo, Toni Coll, Rubianes es "irrepetible" y un "patrimonio de todos", ha explicado a Efe, emocionado por la pérdida.