Tras el éxito cosechado el pasado año con "El Mundo", Millás (Valencia, 1946) optó por alejarse del género novelesco y centrarse en un libro de relatos cortos, "Los objetos nos llaman", cuyos cuentos "se relacionan entre sí como las calles de una ciudad medieval, llenas de sorpresas", aspirando a convertirse en una especie de "novela secreta", explicó hoy en una entrevista con Efe.
Los objetos que dan título a la obra "tienen mucho protagonismo en todo el libro, ya que en casi todos los cuentos hay un objeto que tiene una especial importancia y que nos dice mucho de su dueño", apuntó Millás.
"A lo largo de la historia, los objetos siempre han estado contaminados de la identidad y la naturaleza de sus dueños", opinó el escritor, quien lamenta que en la actualidad el trabajo en serie los haya "banalizado".
Para Millás, los objetos siempre tienen "algo de fetiche, de amuleto, porque todos los que te rodean están cargados afectivamente por algo".
"Yo estoy rodeado de fetiches que tienen una carga importante porque me han acompañado a lo largo de mi vida y, en cierto modo, a través de ellos hoy podría contar mi biografía", dice.
Confiesa que entre esos objetos valora con especial cariño su colección de escarabajos y reptiles de diferentes materiales como piedra, bronce e incluso plástico, que ha ido recopilando en sus viajes.
El escritor está muy contento con la acogida que está teniendo su última obra y aunque es consciente de la "menor consideración que tiene el cuento en contraposición a la novela", cree que "un cuento también puede cambiarte la vida".
Para Millás, la novela, el cuento y el periodismo "son territorios que se complementan" y por los que él transita "llevando materiales de unos a los otros", sin poder renunciar a ninguno porque los tres le "estimulan igualmente", afirmó.
Aunque reconoce que "la actitud psicológica" que tiene cuando se sienta en el ordenador para trabajar en un género o en otro es distinta, lo que le atrae es precisamente esa variedad, poder "hacer en cada momento del día algo distinto haciendo siempre lo mismo, que es escribir", destacó.
Millás, que en diez días partirá a la India para realizar un reportaje en la zona fronteriza de Cachemira, confiesa que cuando se enfrenta a un libro nunca busca algo concreto, porque si supiera lo que busca, ya no le interesaría porque ya lo tiene, y "es que, en cierto modo, lo que uno busca es la sorpresa y el desconcierto".
El escritor, que se encuentra satisfecho por el éxito cosechado en su carrera, admite que "jamás" piensa que los premios se los den a él, sino que se los dan a sus libros, y aseguró que no le gusta plantearse metas literarias porque prefiere dejar que los libros le llamen más que llamarlos él a ellos.