Dolera ha confesado este miércoles durante una entrevista concedida a Europa Press que comenzó a escribir y a dirigir cortometrajes en las épocas que tenía menos trabajo como actriz con el objetivo de conseguir "paz mental".
Aquella especie de terapia le ha llevado a dirigir e interpretar este filme, en el que da vida a María de las Montañas, una chica de 30 años un tanto peculiar y con un objetivo: convertirse en una persona normal. Para ello, elabora una lista con los requisitos fundamentales para serlo, se da cuenta de que no cumple ninguno de ellos y se propone hacer todo lo posible para cumplirlos.
Nunca pensó en protagonizar esta película, pero cuando entregó una primera versión del guion a los productores, ellos pensaron que la actriz se había descrito a sí misma y aceptó el reto de afrontar la doble misión. Según ha indicado, "lo coherente era dar voz también como actriz".
Aunque esta historia no es autobiográfica, Dolera cree que cuando uno crea todas sus obras hablan "de uno mismo". En este caso, esta película nace de un sentimiento que Dolera ha tenido varias veces a lo largo de su vida: "No encajar".
"No cumplo los requisitos que se esperan de mí. En la vida me he dado cuenta de que lo mejor a lo que puedes aspirar es a ser tu mismo, y supongo que he hecho la película para recordármelo", explica.
Según ha señalado, la sociedad de consumo, la publicidad y los medios de comunicación lleva a que "todas las personas sean iguales, vistan y coman lo mismo, vayan a los mismos sitios, tengan los mismos sueños, aspiren al mismo tipo de pareja e incluso tengan la misma talla". "Nos quieren unificar, cuando lo bonito del ser humano es que todos somos diferentes", ha indicado la directora e intérprete, en referencia al mensaje que lanza la película.