Las librerías especializadas invitan al encuentro más allá de la lectura

AGENCIA EFE 21/04/2009 11:20

En ellas, los cuentos completos de Borges, las ediciones más difíciles de conseguir de "Bodas de sangre" o las ofertas en libros de fotografía, se unen a presentaciones, charlas y talleres, en un ambiente en el que, desde la decoración hasta la ubicación de unos sofás bien cómodos son fundamentales.

En "Arrebato Libros", situada en el barrio madrileño de Malasaña, es la poesía el centro de la mayor parte de sus actividades, entre las que destaca el festival "Poetas por km2".

Como librería de segunda mano, a ella se acercan "desde estudiantes que buscan libros baratos hasta coleccionistas de volúmenes escogidos", explica a Efe Daniel, dependiente de la tienda.

Su mayor peculiaridad es un espacio dedicado a libros autoeditados o de editoriales pequeñas, que "da una oportunidad" a escritores desconocidos y ofrece al visitante la posibilidad de encontrar "algo que ni siquiera estaban buscando".

Por eso Daniel asegura que en "Arrebato" la gente "viene a pasearse por los libros".

Lo mismo ocurre en "Las tres rosas amarillas" una librería, ubicada en el mismo barrio, que presume de ser la única de toda España especializada en el cuento, o al menos así lo asegura José Luis Pereira, uno de sus dueños.

Cuando abrió sus puertas, hace un año, sus fundadores sólo tenían en mente crear un espacio "para el amante del cuento" y, a la vez, un lugar para entrar "con buen pie" en el mundo de la narrativa breve.

Ahora es el espacio elegido por las editoriales de relatos para presentar sus obras y el establecimiento recomendado por profesores de escritura para introducir a sus alumnos en la práctica del cuento.

"No queríamos que este fuera un expositor de venta", aclara Pereira, y por eso explica que, además de contar con un agenda "repleta" de actividades, la librería es "un lugar entrañable" en el que "no existe una barrera para el diálogo".

El debate es precisamente uno de los pilares de "Traficante de sueños", una librería que lleva ya quince años ofreciendo en Lavapiés un extenso fondo de libros y una diverso cartel de actividades en torno a los movimientos sociales.

Gestionado por varias colectividades, el local cuenta con cientos de volúmenes centrados en el pensamiento crítico, pero además está concebido como un "espacio social" donde "uno se puede coger un libro, tomarse un café y leerlo o acercarse y charlar con nosotros", explica uno de sus miembros, Blas Garzón.

Allí el libro no es una mercancía, es "una herramienta de transformación personal y de proyección de una serie de discursos". En "Democrazy" también es una herramienta, pero en este caso se trata de un instrumento de trabajo, un apoyo a la labor creativa de los profesionales de la publicidad, el diseño gráfico, la arquitectura y la ilustración.

En esta librería de tribunal el concepto clave es el de "delibook", que consiste ofrecer una selección "muy cuidada y exclusiva" en sus baldas, es decir, brindar auténticos "delicatessen", explica su dueño.

Era importante que se "respirara" esta idea en el local y por eso llevó a cabo un estudio de iluminación "que favoreciese al libro" y decoró sus paredes y estanterías "para que fuese mucho más que una tienda".

No faltan las actividades, todas ellas en torno al mundo de la creatividad, pero abiertas a todo el que quiera conocerlo, y, como siempre, generadas por "todo lo que es capaz de crear el libro".