A lo largo del tiempo han sido y siguen siendo muchos los que han soñado con tener un papel en Hollywood y formar parte del selecto elenco de actrices y actores que tienen la fortuna de sumarse al mundo del estrellato.
Sin embargo, el denominado 'star system' y la alfombra roja no siempre se corresponden con el idílico sueño que uno puede tener en mente. Y eso fue lo que descubrió, y lo que nos descubre, Mara Wilson, la actriz que interpretó a la pequeña Matilda en una película que tiene este mismo nombre, dirigida por Danny DeVito y estrenada en 1996, la cual le llevó a la fama cuando tan solo tenía 8 años.
Para entonces, Mara ya había actuado en películas como 'Señora Doubtfire, papá de por vida' junto a Robin Williams, en 1993, o en el remake de 'De ilusión también se vive', de 1994.
Sin embargo, como ella misma reconoce, fue 'Matilda' la que le catapultó a una fama repentina, acuciada por esa voracidad con la que Hollywood, cuando ve un talento innato para la interpretación sumado al rostro de una niña alegre y angelical, está llamada a utilizar sin dilación su imagen.
No se equivocaron al elegirla, y pronto el éxito llegó para Mara Wilson, quien deslumbró también por la madurez que aparentaba para su edad, por su riqueza en el vocabulario y su habilidad para mantener una conversación completa y profunda con cualquier adulto, tal y como recoge 'Los Ángeles Times'.
Sin embargo, con la misma fugacidad con que la fama llamó a su puerta, su presencia en pantalla fue desapareciendo, cayendo casi en el olvido.
Según relata en su libro '¿Dónde estoy ahora?', donde recorre los entresijos de Hollywood y da cuenta de su experiencia, la pubertad fue una etapa en la que, como le sucede a tantos adolescentes, tuvo que afrontar numerosos cambios, tanto psicológicos como físicos, y un periodo convulso que finalmente terminó por repercutir en su carrera profesional. Con la ausencia de la figura materna por culpa de un cáncer que le arrebató a su madre poco después de triunfar con 'Matilda', en este difícil periodo vio como dejaron de llamarla para trabajar en cine o televisión:
"A los trece años ser guapa importaba más de lo que había importado antes. Los castings eran una causa perdida. Sabía para entonces que si quería estar en una película tenía que ser hermosa".
Con esas palabras, recogidas por DailyMail, Mara se sincera y da cuenta de la superficialidad que reinaba entonces en Hollywood y que todavía perdura, tal y como expresa en su libro.
"Tuve buenas experiencias, pero siempre supe que había chicas mucho más guapas que yo, y sabía que siempre estaba compitiendo con ella. Eso me persiguió toda mi vida".
Esa fue su "obsesión", en parte "infundada" por Hollywood, en parte impuesta por ella misma y su autocrítica. "Me llamaban para interpretar el papel de la chica gorda", confiesa.
En cualquier caso, gracias a la influencia de su padre, que siempre la inculcó la filosofía del esfuerzo y la impulsó a continuar con sus estudios, dándole prioridad sobre la fama, se ha sobrepuesto a los problemas y su libro cosecha ya numerosos elogios.