Dificultades económicas, estilos de vida contrapuestos o una tercera persona son los motivos que apuntan a la separación del ex torero Sebastián Palomo Linares y la diseñadora de joyas colombiana Marina Danko, tras 34 años de matrimonio. La pareja, con tres hijos en común, dejaron de vivir juntos hace un mes.
La primicia ya fue avanzada por la periodista Lydia Lozano en el programa 'Sálvame', cuando calificó la ruptura de "muy fea y un tanto desagradable". Según su información, Marina no deseaba llegar a este final, en el cual estaría implicada una tercera persona por parte del diestro, una chica venezolana que ya llevaba un tiempo junto a él.
A esta causa se añaden los problemas económicos que habrían podido desencadenar este desenlace, pues los negocios de la familia, entre los que se hallan sus explotaciones agrícolas, habrían arrojado pérdidas a raíz de la crisis. Un rumor que, sin embargo, ha sido desmentido por su hijo mayor, Sebastián Palomo, a la revista 'Diez Minutos'.
Esto también fue desmentido por la representante de Sebastián, Luisa Mata, que además de asegurar a esta misma publicación que el matrimonio no posee problemas económicos "de ningún tipo", ha precisado que el verdadero motivo de su ruptura es "el desgaste" al vivir "tantos años juntos" de matrimonio.
No obstante, también se apunta a las diferencias de la pareja en sus estilos de vida. Marina, de 57 años, mucho más urbana que su esposo, de 64 años, echaba de menos el ritmo de la ciudad, que se contraponía a la tranquilidad del campo que tanto gusta a Sebastián. Este rumor, según ha precisado Luisa Mata, es falso, dado que la colombiana se ha sentido "muy a gusto" tanto en Madrid como en Aranjuez.
Fuera por una causa u otra, el hecho es que Marina abandonó a principios de agosto la vivienda familiar, ubicada en la finca 'El Palomar' en Aranjuez, para trasladarse al piso que ostentan en el lujoso barrio madrileño de Salamanca.
Aunque no es la primera vez que el matrimonio está en crisis, en esta ocasión, se prevé que esta separación sea el inicio de un divorcio que acabará sin acuerdo mutuo entre las partes, tal y como han apuntado ya círculos cercanos a la pareja.