La noche en que Leño volvió a un escenario

DIEGO LARRINAGA 18/02/2010 14:20

La formación legendaria de Leño se subía al escenario después de un merecido homenaje por algunos de los grupos de conforman el disco Bajo la corteza. Punto de inflexión en la noche. No era una ilusión, nuestras mentes no estaban recreando esa imagen tan soñada por todos los amantes del rock nacional, no. Lo que estábamos a punto de contemplar delante nuestros ojos era verdad. En los monitores, la imagen de Antonio Vega explicando su versión de Leño, 'Sin Solución'. Allá dónde se encuentre seguro que observó con mirada cabizbaja, profunda, pero con una sonrisa bondadosa en su rostro, lo que estaba apunto de ocurrir. Rosendo se colgada la stratocaster

Comenzaba una utopía musical en forma de concierto del que muchos de los presentes no podíamos dar crédito. Al ritmo de 'La Fina' las cámaras de fotos se agolpaban encima de las cabezas para grabar a un trío que no se había juntado desde hace más de 26 años. Para los más jóvenes del lugar suponía algo que nunca pensábamos que se iba a producir, a partir de ese momento, podríamos decir que habíamos presenciado a Leño en directo.

Continuó la noche, continuó el espectáculo, pero no tanto como nos hubiera gustado a los presentes. Qué desilusión, Maneras de vivir (con Miguel Ríos incorporándose en mitad de la canción) El Tren y Sorprendente fueron los temas elegidos por los Leño para poner punto y final a una noche mágica, gloriosa e inolvidable. El público pedía más, pero un Rosendo emocionado fue tajante: "Nos vemos dentro de otros 30 años". Palabras que hacen presagiar que el momento que se vivió en la Sala Caracol a las 23:00 horas de un miércoles de febrero, no se volverá a repetir. Pero quién sabe lo que puede deparar el futuro.

Siempre ha dicho Rosendo que Leño nunca se volvería a subir a un escenario , que no tendría sentido, que los espectadores no verían a los Leño de hace 30 años, que verían otra historia. Pero Rosendo, créenos, nos daría igual.

También ha dicho Rosendo que tan sólo por una ocasión especial podrían juntarse de nuevo. Pero ya lo dejó escrito para la inmortalidad Joey Ramone: "I believe in miracles", y quién sabe, si ese milagro tan ansiado que se produjo ayer por la noche del grupo madri-leño sobre un escenario, en una sala de Madrid, podría despertar en la imaginación y el deseo de muchos una posible vuelta a los escenarios del mítico grupo estandarte del rock patrio. Aunque seamos realistas, es muy difícil que esto suceda a nuestro pesar.

Aún así quedémonos en los hechos tangibles. Quedémonos con la gran familia, grupos e invitados, periodistas de toda la vida ligados a este difícil mundo del rock, fotógrafos que plasmaron el momento para hacerlo extensivo a todos los seguidores del grupo. Quedémonos con lo que presenciamos durantes unos minutos, una vuelta al pasado, una vuelta a esos momentos en los que "Madrid era un descontrol, en los que el rock and roll no era un engaño", como dirían los Porretas. Quedémonos con lo que ayer vivimos y hoy estamos contando a diestro y siniestro que pasan por nuestro lado. Quizás más de uno no llega a comprender el por qué de nuestra emoción. Quizás es que sea inexplicable.

Pero lo que nadie nos podrá quitar es la ilusión y la esperanza viva de que algún día, en una sala perdida de cualquier ciudad, en cualquier pueblo, o en un local de ensayo, podamos volver a contemplar al señor Rosendo Mercado, al señor Tony Urbano y al señor Ramiro Penas en un escenario tocando, por mencionar alguna canción: Sorprendente, El Tren, o Qué desilusión. Imagináoslo por un momento, cerrad los ojos y transportaros hasta ese día, grandioso ¿no? Pues ayer un servidor fue testigo de ese acontecimiento. Y puede deciros que tuvo los pelos de punta desde su principio hasta su final ¡Leño pa' siempre!