El Palacio de los Chapiteles volverá a lucir la pieza que le da nombre en cuatro meses

EUROPA PRESS 21/10/2014 14:15

El Palacio fue, en el siglo XVI, ejemplo del esplendor que vivía la familia Jiménez de Enciso. En el siglo XIX, Tadeo Salvador lo compró por "diez mil duros" y fue sede del Ayuntamiento de Logroño, hasta que se quedó pequeño y el Consistorio se trasladó al edificio de Moneo, construido a tal efecto.

De ahí pasó a ser sede de la Consejería de Cultura y, hoy, el actual consejero del ramo, Gonzalo Capellán, recordaba, en rueda de prensa en la que ha presentado la actuación, haber pasado por sus instalaciones. Desde 1995 es sede del Instituto de Estudios Riojanos y, ahora, cumplirá los diez años como sede del IER recuperando lo que diera nombre.

Es, para Capellán, un edificio que representa la "historia viva" de la ciudad y, por eso, durante esta legislatura se han hecho tres actuaciones "calladas" y, ahora, se va a culminar con 114.600 euros que irán destinados a reconstruir los capiteles.

El consejero también ha detallado que para su restauración se ha llevado a cabo un exhaustivo estudio histórico tanto del edificio, cuyo origen se remonta al siglo XVI, como de los chapiteles, que se incorporaron como remate a las torretas de la fachada en el siglo XVIII y que a lo largo de la historia del edificio sufrieron distintas modificaciones.

De esta manera, el nuevo diseño tendrá en cuenta documentos históricos como planos municipales del edificio y fotografías antiguas de los diseños anteriores.

Con esta intervención, la Consejería de Educación, Cultura y Turismo concluirá las obras de reforma iniciadas en 2009 en el edificio y que con un coste total de 482.464 euros han servido para adecentar las fachadas de Portales y Amós Salvador, y su patio interior.

El proyecto, dirigido por la arquitecta Ana María Hurtado Carrillo, ha dado solución a algunos problemas de desprendimientos de elementos de piedra en las fachadas, la presencia de humedades y moho en algunas zonas, el deterioro de la balaustrada principal, y el mal estado del revestimiento de mortero en el patio interior.