El juez Steven Leifman ya ha citado a Rubio y a su abogado Rey Dorta para esclarecer qué ocurrió el 25 de junio. Al parecer, el BMW que conducía la latina chocó con otro coche en las inmediaciones del barrio cubano de la Pequeña Habana, cerca del centro de Miami.
Cuando se presentó la policía en el lugar de los hechos, la cantante se negó a abandonar su automóvil a pesar de que los agentes le habían dicho que se situara en la acera para estar en un lugar más seguro.
En un primer momento, Rubio tampoco quiso entregar a los policías su documentación ni los pertinentes permisos de circulación de su coche. Finalmente accedió, aunque en lugar de ponerse en el lugar que le indicaron los funcionarios, la mujer de Colate comenzó a caminar mientras hacía varias llamadas de teléfono y gritar que no iba a separarse de su coche.
Según recoge el informe policial, tras hacer caso omiso a las advertencias de los agentes, la mexicana fue detenida. En cuanto le pusieron las esposas, la rubia comenzó a chillar: "¡Socorro, socorro! No hice nada. Miren lo que está haciendo. Abusadores, ustedes son unos mentirosos".
Tras una hora de tensión, la cantante se calmó y solicitó que la liberasen alegando que tenía que dar el pecho a su hijo de seis meses. Finalmente pudo irse a casa.
El portavoz de la fiscalía de Miami, Terry Chavez, declaró en una entrevista telefónica que la estrella se enfrenta a cargos menores aunque "la pena máxima sería un año de cárcel. Lo que ella hizo es normal en Miami". Además debería asumir los costes del juicio.
La baza que juega la joven a su favor es que no tiene antecedentes, de modo que de demostrarse su culpabilidad podría ser condenada a asistir a programas reeducativos para evitar así sentarse en el banquillo.
En un escrito presentado el pasado 12 de julio por Dorta ante el Tribunal, la joven se declaró inocente de todos los cargos contra ella y solicitaba un juicio ante jurado. No obstante, las negociaciones continúan para paralizar el proceso judicial.