Petra Delicado investiga la historia de la Semana Trágica en su último caso

EFE 05/03/2009 13:22

La escritora manchega ha dicho hoy en la presentación que esta nueva entrega de Petra "es diferente, porque las demás novelas tenían un contexto muy sociológico, muy crítico, contaban la realidad actual", y en esta se ha dejado "llevar por el juego".

Su novela anterior, "Nido vacío" (2007), trataba "un caso espinoso y crudo como la pornografía infantil", con el que acabó escandalizada por la documentación que acumuló en tres meses de investigación, y eso le ha llevado ahora a darse un respiro.

Giménez Bartlett (Almansa, 1951) decidió darse ese respiro y para ello buscó "elementos más ligeros, aunque dejando incólume el género negro", y de ahí surgió la historia de esta obra, publicada por Destino, que tiene como arranque dramático el hallazgo de un monje asesinado, al mismo tiempo que desaparece en un convento la momia de un beato del siglo XV en cuya restauración trabajaba.

La investigación de Petra y su inseparable ayudante Fermín Garzón discurre bajo dos focos: los oscuros ecos de la Semana Trágica de 1909, con la ira desatada contra los intereses de la Iglesia; y la trayectoria de la poderosa familia benefactora del convento.

"Más incluso que la Guerra Civil española, la Semana Trágica me había llamado siempre la atención, pues fue un episodio tremendo, muy plástico, con todas esas masas quemando conventos", ha dicho la escritora, quien confiesa que "en aquella época seguramente habría estado también quemando santos, pero hoy esa energía se puede canalizar a través de fiestas y fallas".

En "El silencio de los claustros" los lectores encuentran a una Petra "casada, con hijastros, perros y perrastros por todos los lados", lo que da pie a la autora a centrar su atención más en esa nueva vida personal y familiar de la protagonista.

Todos esos niños y personajes secundarios "me han aportado mucha viveza, me han estimulado y me han dado la sensación de estar en un entorno vivo", ha confesado Giménez Bartlett.

La gran dama española del crimen rechaza las posibles acusaciones que puedan hacerle de "oportunista" por tratar la Semana Trágica precisamente en su centenario: "No he tratado el tema con la profundidad con la que lo harán los ensayos que se publicarán este año, pero es algo que siempre había tenido en la cabeza, y la presencia de la Iglesia, de la liturgia, del Papa, es continua en las novelas de Petra".

Al contrario que en las entregas anteriores de la serie, en las que trabajaba en relación estrecha con la policía, para la octava aventura de Petra la autora sólo tuvo que echar mano de sus recuerdos de infancia, de cuando estudiaba en la Teresianas.

Para el personaje de Sor Guillermina se inspiró en una monja de aquel colegio, cubana: "cambió nuestros hábitos deportivos al sustituir el baloncesto por el béisbol, olía a tabaco y siempre tenía mucho frío".

Sin embargo, aclara, aquella monja cubana era "muy borde", frente a Sor Guillermina, que es "un personaje positivo".

El principal reto al que se enfrentó Giménez Bartlett en esta novela fue "relacionar ese plano personal de Petra con la trama histórica, sin que pareciera esos típicos complots internacionales de sociedades secretas" en los que dice no creer.

La autora de "Ritos de muerte" y "Día de perros" sigue considerando a Fermín Garzón como el personaje que más le gusta, "porque es más tierno, es pactista, ladra pero no muerde y tiene una dimensión más humana que Petra".

Garzón asiste en esta ocasión con perplejidad al "choque de trenes" que se produce entre esas "dos mujeres acostumbradas a mandar", Petra y la superiora del convento.

"El silencio de los claustros" se encuentra desde hoy en las librerías españolas en sus dos versiones en castellano y catalán, en los próximos días también se publicará en Italia y dentro de poco en Alemania, dos de los países en los que tiene más lectores.