Este premio está dirigido a ensayos de cualquier disciplina de pensamiento (ensayo filosófico, sociológico, literario, político y estético) pero, como ha anunciado el presidente de la Fundación Palau, Tomàs Nofre, pretende prescindir de trabajos con enfoque académico y valorar los que tengan voluntad estilística: "un ensayo en el sentido que lo hacía Palau i Fabre".
El Premio Palau i Fabre tendrá un carácter internacional y se admitirán ensayos en cualquier lengua y procedencia, y los 4 miembros del jurado -todavía desconocidos- que valorarán los ensayos serán intelectuales nacionales e internacionales capaces de leer en varias lenguas.
El motivo de la creación de este premio es "mantener viva la memoria de Palau i Fabre", según ha explicado Nofre, y servirá para destacar el trabajo menos visible que realizó Palau i Fabre como ensayista, más conocido como poeta y por sus estudios en torno al artista Pablo Picasso.
Por su parte, el miembro del patronato de la fundación Joan Tarrida ha recalcado la necesidad de apoyar uno de los géneros más importantes -el ensayo- por su capacidad de "generar pensamiento" y porque en "tiempos de crisis" es uno de los más demandados ya que los lectores quieren que los pensadores "se posicionen".
El ganador del I Premio Palau i Fabre se conocerá el 23 de febrero de 2010 y los participantes podrán enviar trabajos con una extensión mínima de 150 folios hasta el 30 de septiembre de 2009.
El premio del ganador de esta primera edición serán 10.000 euros como anticipo de los derechos de autor por la publicación del libro en las lenguas oficiales de España, a cargo de la editorial Galaxia Gutenberg/Círculo de lectores.
La convocatoria del premio está enmarcada en un conjunto de actividades relacionadas con el aniversario de la muerte de Palau i Fabre organizadas por la Fundación Palau, situada en Caldetes (Barcelona) -localidad de residencia del poeta-, entre las que destacan la representación de algunas de sus obras de teatro y recitales poéticos con textos de Palau i Fabre.
En la Fundación Palau se encuentran algunas de las obras de arte que Palau coleccionaba -afición que heredó de su padre-, otras que consiguió de Picasso después de estudiarlo durante años, y otras de autores contemporáneos.
En la Fundación también se exponen muchas de las obras de Palau y, según ha explicado Tarrida, ahora sirven para dar continuidad a trabajos que, en sus momento, fueron inestables debido a las circunstancias históricas, en las que el escritor tuvo que asumir el papel de crítico de su propia obra.