“Durante tres años seguidos, mi amigo, Connor McGrath, pateó al cáncer. No estoy seguro cómo. Quizás el cáncer hizo trampas. Pero la lucha se acabó hace dos días", empezaba a escribir el actor en su perfil de 'Facebook'. Ha proseguido diciendo que no puede hacerse una idea de lo doloroso que debe estar siendo este momento para los padres del joven.
La carta del autor está llena de sentimiento: "Connor tenía 13 años. Pero este chico. Era inteligente. Era divertido. Y no sólo divertido 'para un niño' o divertido 'para una persona combatiendo algo terrible'. Era divertido sin adjetivos. Él tenía eso".
Asimismo, ha descrito como se sintió Connor al ser la primera persona que veía su última película, ‘Deadpool’. Ha confesado que la versión que vio estaba sin editar, aún se veían los cables y las pantallas verdes. Sin embargo, afirma que a él “nunca le importó” y nunca se sintió “más afortunado de ser Wade Wilson”.
"Llamaba a Connor 'Bubba'. Y él me llamaba 'Bubba2'. Nos conocimos por su pasión por Deadpool. En cierta manera él ERA Deadpool. O al menos todo lo que Deadpool aspira a ser: equilibrar dolor, audacia, amor y un sentido del humor vulgar (¡vulgar!) en un cuerpo. Deseo que se hubiera podido quedar más tiempo".
Ryan Reynolds afirma que en el momento que se tuvo que despedir de Connor no supo si era un adiós definitivo o un hasta luego. “Ahora me doy cuenta de que eran las dos cosas”, ha sentenciado.