"Transformers: Revenge of the Fallen", que se estrena mañana, miércoles, 24 de junio, apunta alto en su intento de batir el récord de taquilla del primer capítulo de esta historia, destinada a convertirse en trilogía que en 2007 recaudó más de 700 millones de dólares (500 millones de euros al cambio actual) en todo el planeta.
El éxito global de la franquicia empujó al director Michael Bay a dar continuidad a la fórmula que tan bien funcionó hace dos años y mantener la base del reparto liderado por Shia LaBeouf y Megan Fox, al que se sumó el personaje del latino Ramón Rodríguez, pero multiplicando el impacto visual para continuar sorprendiendo.
Esta secuela de 200 millones de dólares (143 millones de euros) de presupuesto, una de las películas más caras de la historia, pone en escena 46 diferentes robots (por 14 en el filme de 2007), tomas aéreas inéditas mientras se destrozan una de las pirámides de Egipto, y la mayor explosión realizada jamás para el cine con los actores presentes.
Bay y su equipo tardaron siete meses en preparar un solo estallido de más de 3.700 litros de gasolina.
Unos ingredientes que, sin embargo, dejan en un segundo lugar la trama y pasan superficialmente por la relación entre los personajes, cuyos diálogos quedan reducidos a los minutos de calma entre secuencias de acción, a veces tan descomunales que el ojo es incapaz de percibir los detalles de lo que está ocurriendo.
"Es diversión para el verano, es una película de robots", aseguró Bay a la prensa en la presentación del filme en Los Ángeles (California, EEUU) con el fin de situar la producción en un contexto de entretenimiento puro destinado a niños y a seguidores de los personajes creados por Hasbro.
En esta ocasión, los Autobots -los robots buenos encabezados por Optimus Prime- tendrán que defender a la Tierra de la amenaza del regreso de un antiguo Decepticon -los robots malos- cuyo pasado está vinculado con el desarrollo de las primeras civilizaciones humanas.
La joven Megan Fox, considerada la mujer más atractiva del mundo en 2008 y en 2009 por los lectores de la revista FHM, muestra de nuevo su lado más sexy, especialmente durante los primeros minutos del filme, que vuelve a poner en dificultades al personaje de LaBeouf.
"La película es muy física", dijo el actor, que tuvo que rodar parte de la cinta con su mano escayolada después de sufrir un accidente de tráfico que a punto estuvo de costarle algunos dedos.
Un incidente que llegó a plantear la suspensión de la grabación, idea que Bay rechazó por los costes.
Tanto LaBeouf como Fox vieron como sus carreras recibieron un gran impulso después de la filmación de "Transformers" (2007), algo que no dudó en reconocer la actriz cuya fama traspasa las pantallas.
"Fue una bendición enorme para mí", dijo Fox sobre su participación en esta saga, al tiempo que afirmó haberse adaptado rápido a la popularidad, aunque reconoció que no le gusta verse retratada.
"Tengo fobia a verme a mí misma en fotos y en películas, pero ésta ha sobrepasado mis expectativas", añadió Fox.
La actriz explicó que después de trabajar en la primera parte fue mucho más sencillo para ella interactuar imaginariamente con los robots, algunos con el tamaño de un edificio.
Un encuentro fortuito de Bay con el presidente de EEUU, Barack Obama, cuando aún estaba empezando la campaña electoral llevó al director a citar directamente al político en el filme como residente en la Casa Blanca, después de que Obama piropeara su trabajo, confesó el cineasta.
"Transformers: Revenge of the Fallen", de dos horas y veinte minutos de metraje, será la última producción de estos robots que los espectadores verán durante un tiempo, ya que Michael Bay tiene pensado distanciarse temporalmente de la saga para realizar otro proyecto.
"Veremos cómo resulta ésta. He estado pensando en robots durante los últimos tres años y medio. Es suficiente por ahora", comentó.