Su apuesta es sencilla y directa: un power pop dulce y bien empastado, aunque con un sabor amargo en las letras y en el espíritu, según ha dejado claro Stringfellow durante una entrevista concedida a Europa Press.
"Normalmente, la música melódica se relaciona con temas soleados de amor e inocencia. Sabíamos que no éramos así, sino más bien buenos ejemplos de la pérdida de la inocencia, a la vez que intentábamos mantener la esperanza", ha explicado.
Para la banda, los maestros absolutos en mantener ese equilibrio siempre fueron Big Star: "Lo clavaron". "Creo que para nosotros su descubrimiento fue como encontrar lo que realmente buscábamos, en cuanto a dar a la melodía una belleza llena de angustia y anhelo", explica.
Tras actuar el pasado viernes en el Monkey Wek Festival, en el Puerto de Santa María (Cádiz), los norteamericanos tocan este domingo en Valencia, para viajar después a Madrid, donde actúan el próximo lunes, y después en León, Vigo, Gijón, Irún y Barcelona.
Aunque Stringfellow afirma que no puede predecir el futuro, señala que, después de 25 años juntos en la carretera la banda parece "bastante estable". "Las cosas cambian a medida que pasa el tiempo y la gente --nosotros, nuestros fans-- se interesa en otras cosas, pero eso no significa que no te guste mantenerte en lo que has hecho siempre", cuenta.
En este sentido, indica que la relación entre él y Jon Auer es muy fuerte, una "base común" que no podría "subestimar", ya que a pesar de que actualmente no se ven mucho, han pasado "año y años" haciendo música juntos "todos los días". Incluso, Stringfellow afirma que "podría decirse que algunos caminos neuronales fueron construidos" para su relación.
Sus 25 años en la música poseen un pequeño bache, una ruptura que tuvo lugar en 1998 que se debió, según explica Stringfellow, a que Jon estaba "un poco deprimido "perdió interés en la mayoría de las cosas. Fue un duro camino durante algunos años", asegura.
A pesar de este momento, uno de los más duros de la banda, probablemente, con la llegada de Darius Minwalla a la batería y de Matt Harris al bajo en 2001 The Posies expandieron su sonido, según cuenta el guitarra de The Posies.