Así lo ha puesto de manifiesto en declaraciones a Efe antes de intervenir con su conferencia "Novela negra, el espacio de la moral y la épica" en el V Congreso de Novela y Cine Negro que mañana se clausura en la capital salmantina y en el que también ha participado hoy el policía y escritor Alejandro Gallo.
La novela negra es, para De Toro, "la literatura más humilde" porque, a su juicio, "no pretende asombrar a quien la lee con florituras", sino que, realmente, "va directa a los conflictos y enseña el lado más turbio y bajo de las personas".
En su opinión, este género tuvo "un momento importante" en España en la década de 1970 y aunque desde entonces "parece que se ha quedado un poco al lado", ahora "quiere relanzarse", ha proseguido.
En este sentido, teniendo en cuenta la crisis económica y los casos de corrupción "unidos al urbanismo y a la política" que han surgido en España, De Toro ha abogado por que aparezcan "novelas de éxito" que ayuden a "comprender cómo se ha llegado a esto y cómo funcionan esos mecanismos que luego nos afectan a todos".
De este modo, ha insistido en que la novela negra "nos da el trabajo de la imaginación", mientras que el periodismo y la investigación policial y judicial "nos ofrecen los hechos una vez que han acontecido", ha sostenido.
El periodismo y la investigación, a su juicio, "contribuyen a entender cómo funciona la economía o el poder político", mientras que la literatura "además de eso, nos ayuda a entender cómo funcionan las personas, sus sentimientos y emociones", en definitiva "todo lo que no está en el atestado policial, ni en la noticia periodística".
Por su parte, el escritor y jefe de la Policía Local de Gijón, Alejandro Gallo, ha significado que cualquier autor de novela negra del mundo "no deja de ser cautivo del modelo policial que rige en su país".
Así ha sostenido, que el escritor "investiga para crear sus tramas, pero lo hace en su país, en su mundo y al final traslada ese modelo a otros estados, y a veces no es correcto".
Al confluir en su persona la profesión de policía y de escritor, Gallo ha reconocido que esto supone "una ventaja" porque no tiene que documentarse, una circunstancia que le permite limitarse a "crear la trama, a construir los personajes y a dejar que pululen por esa realidad o por esa ficción".
Por otro lado, ha negado que exista "miedo" a la hora de que un policía ejerza también como escritor, sino que tiene que ver "con la falta de tradición", una costumbre que se cortó, según ha añadido, con "la dictadura" donde "parecía que los autores de novela negra escribían para justificar un régimen".
Se ha referido a que, a pesar del "boom" que actualmente tiene la novela negra en España todavía "estamos a un nivel muy bajo en comparación con otros países" como lo prueba el hecho, según él, de que "no llegamos ni a la cuarta parte de las ventas y de lectura que hay en Alemania, por ejemplo".