El objeto de la discordia: un vestido blanco con estampado de coral. La presentadora no se dio cuenta de que, debido al vestuario elegido, parecería invisble para la cámara.
Rápidamente su compañero, Chris Burrous, acudió en su ayuda y le prestó su chaqueta para disimular el fallo, aunque no fuese la talla más adecuada para la presentadora.