Emma Egan, de 30 años, falleció a pocos días del que iba a ser el más feliz de su vida, su boda. La joven sufrió un ataque al corazón, en la casa que compartía con su prometido, Kerr Brooks, después de que la pareja volviera de unas vacaciones en Ibiza. "Estábamos preparando una boda, y ahora preparamos un funeral", ha asegurado Donald, el padre de la joven, al Mirror.
Kerr estaba trabajando cuando llamó a su pareja, la cual no contestó al teléfono. El novio, preocupado, pidió a su hermano que fuera a la casa a ver si todo estaba bien dado que ningún miembro de la familia pudo hablar con ella. El hermano rimpió la puerta y se encontró el cuerpo de la joven ya muerta tendido en el suelo.
"Se había estado quejando de algunas palpitaciones y ahora parece que sufrió un ataque al corazón. Todo el mundo está apoyando ahora a Kerr. Está devastado", afirma el padre de Emma. La pareja llevaba saliendo juntos durante 10 años y vivían en Overtown, Lanarkshire, Reino Unido. Las autoridades policiales investigarán el caso aunuqe todo apunta a que la causa del fallecimiento fue el ataque al corazón.