"Las americanas van un paso por delante, físicamente son muy superiores. La final la planteamos para salir a luchar y disfrutarla sobre todo, porque jugar una final olímpica no lo puede decir mucha gente", declaró, satisfecha con el premio obtenido a su llegada al Aeropuerto de El Prat, en Barcelona.
Cruz definió la presea lograda como una "recompensa a muchísimo trabajo durante muchos años" que no es fruto de una cita puntual. "Tanto en Europeos como en Mundiales llevamos tiempo haciendo un buen papel y una medalla en los Juegos es lo único que le faltaba a esta generación. Estoy muy contenta por todo el mundo porque mucha gente se ha esforzado para estar donde estamos hoy en día", recalcó.
Por último, la jugadora de Minnesota Lynx recordó su partido de cuartos frente a Turquía, en el que adquirió el rol de salvadora anotando la canasta del triunfo en el último segundo.
"Fue un final un poco agónico, parecía que el partido estaba perdido, faltaban tres minutos e íbamos perdiendo de 8, pero es lo que tiene este equipo, que no se rinde y tuvimos la suerte de que el balón entró y estoy muy contenta. Todo el mundo desde el banquillo y desde sus casas estaban empujando para que el balón entrara", dijo, orgullosa de haber protagonizado un hito histórico en el baloncesto femenino español.