Tras lograr un hito inédito en su historia, que fue, además, su primer título en seis años, el conjunto andaluz se echó a las calles malagueñas subido en la parte superior de un par de autobuses descapotables para sentir el calor de la afición.
La caravana partió a las 18 horas del Pabellón Los Guindos y su primera parada fue el Salón de Actos de la Fundación Unicaja, donde fueron recibidos por el patrocinador del equipo. Después, alrededor de las 19.30, una multitud aún mayor que la presente a lo largo del recorrido de los autobuses, se congregó alrededor del Ayuntamiento de Málaga, donde los jugadores ofrecieron el trofeo tanto al alcalde, Francisco de la Torre, como a todos los aficionados desde el balcón.
Los seguidores fueron testigos de escenas como un baile de Joan Plaza, que movía la copa al ritmo de los cánticos de "sí se puede" de la afición. El capitán cajista, Carlos Suárez, por su parte, cogió el micrófono e hizo un discurso al más puro estilo del expresidente bético Manuel Ruiz de Lopera.
"He de deciros que he visualizado este momento hace diez días. Quiero daros las gracias, lo primero. Y deciros, ¡Estábamos en la UVI! ¡Nadie daba un duro por nosotros! ¡Somos campeones! ¡Viva Unicaja, viva Málaga, viva Andalucía, viva España y viva Aranjuez!", gritó el alero.