"Por varias razones, el de Monza es un viernes un poco diferente de los demás, con un significado especial para nuestro equipo al ser el fin de semana de la carrera de casa. Las características del circuito hacen que sea único: aquí se rueda con poca carga aerodinámica, sientes al coche más rápido en las rectas y más ligero en las curvas y, como ha sucedido hoy, necesitas probar diferentes niveles de carga aerodinámica", indicó tras la primera toma de contacto.
Por otro lado, el asturiano, que terminó rodando muy cerca del ritmo de los Mercedes de Nico Rosberg y Lewis Hamilton, confesó que el trabajo con la puesta a punto es para estar "contento". "En general, estoy contento con el trabajo hecho en la puesta a punto y con los neumáticos, y especialmente con el tiempo que he hecho con una alta carga de combustible a bordo", indicó.
"Hacia el final, temíamos tener un problema, pero para disipar cualquier duda hemos salido a dar una vuelta más y todo parecía haber vuelto a la normalidad. Ahora nos estamos preparando para mañana y esperamos hacerlo bien por todos los aficionados que ya se encontraban aquí hoy animándonos desde las gradas", finalizó.