Carrera marcada por la duración y por la degradación de los neumáticos la que se vivió en el circuito de Marina Bay. Hamilton mostró que a día de hoy esta intratable y, tras dar un recital de 30 vueltas con el compuesto superblando, dominó la carrera incluso cuando más difícil se le pusieron las cosas con la salida del coche de seguridad a pista en la vuelta 31. Ahí apretó con el superblando y consiguió entrar por delante del alemán Sebastian Vettel (Red Bull) y del australiano Daniel Ricciardo (Red Bull).
El 'safety car' vino horrible también a un Alonso que tuvo que cambiar su estrategia en el ecuador de la prueba, viendo reducidas así las opciones de un podio que a pesar de todo rozó con la yema de los dedos.