"No veo el momento de meterme en el coche, pisar el acelerador y obtener todo lo que pueda de estas próximas carreras", reveló el segundo clasificado del Mundial en declaraciones facilitadas este martes por su equipo.
Rosberg volvió de vacaciones ilusionado, con las "pilas cargadas" tras unos días junto a su familia y con la intención de dejar "en el pasado" lo sucedido a estas alturas del campeonato y centrarse en sus próximos compromisos.
"Bélgica es un gran lugar para ponerse en marcha después del parón. Es una pista impresionante, con muchos desafíos y por lo general con un clima un poco loco que acaba enredando las cosas aún más. Cualquier piloto dirá que le gusta correr aquí y, si uno mira hacia atrás en el tiempo, se da cuenta de que también se han producido grandes momentos", comentó, recordando varios adelantamientos históricos que tuvieron lugar en Spa, como el de Mika Hakkinnen a Michael Schumacher en la recta de Kemmel.
"Me gustaría añadir mi nombre a la lista de ganadores", prosiguió el germano, además de reconocer que se siente "fuerte" para encarar el fin de semana con las más altas aspiraciones. "Sé que voy a tener el mejor coche y estoy extremadamente deseoso de volver a la pista, así que vamos a ver cómo va", finalizó.