"Ha sido un viernes muy particular, ya que las condiciones no eran lo suficientemente buenas para que el helicóptero volara, así que pasamos la mayor parte del tiempo en el garaje. En la primera sesión al menos hemos logrado hacer una vuelta de instalación y comprobar el coche para asegurarnos de que todo funciona bien", se consoló Sainz en declaraciones facilitadas por su equipo.
En la segunda sesión, los pilotos no pudieron dar "ninguna vuelta" y el madrileño se pasó "hora y media sentado en el coche viendo la sesión por televisión".
"Era como estar en el sofá en casa, al menos confirmo que estoy muy cómodo cuando me siento en la coche. La tercera sesión será dura e intensa. Ahora hay mucho que aprender en poco tiempo, pero es lo mismo para todos", concluyó.