"Tuvimos un muy buen inicio de temporada, una primera mitad muy exitosa estando muy cerca de la quinta posición en la clasificación de constructores. Pero la segunda parte fue diferente. Al final no fuimos tan competitivos por varias razones, una de ellas la salida de Carlos Sainz. Eso no ayudó", apuntó en una entrevista a 'f1.com' recogida por Europa Press.
No obstante, Tost reconoció que no tuvieron más remedio que aceptar el fichaje de Sainz por Renault debido a que Toro Rosso tenía contrato en vigor con la firma francesa como proveedores de motor, pero optó por romperlo antes de tiempo para firmar con Honda en 2018.
"El cambio de Carlos a Renault fue parte de nuestra situación contractual; teníamos un contrato válido con Renault para el próximo año y como compensación para romper ese contrato tuvimos que darles a Carlos. No lo puedes tener todo en la vida", lamentó en este sentido.
Con Carlos Sainz como mejor piloto de Toro Rosso, su marcha junto con la del ruso Daniil Kvyat dejaron a la escudería con dos 'rookies' para finalizar el Mundial 2017, Pierre Gasly y Brendon Hartley, y faltos de puntos para cerrar el año tan bien como lo abrieron.
"Vemos de otros equipos que para triunfar es crucial una cierta proporción de estabilidad. Es un lujo que apenas hemos tenido, particularmente esta temporada. Cambiar dos pilotos durante el Mundial es difícil de soportar, por su gran impacto en el equipo", argumentó.
De todos modos, Tost augura un buen futuro a Toro Rosso de la mano de Honda, que a su vez vio roto su acuerdo con McLaren. "Sabiendo lo sucedido, que tuvimos que dejar marchar a Sainz para poder firmar con Honda, y mirando hacia adelante, las expectativas de un gran futuro excede la decepción del presente", se sinceró.