"Ahora mismo en el vestuario, quien tenga los brazos caídos que los levante, porque no puede haber ningún tipo de duda en lo que tengamos que hacer. Es algo que crea más inestabilidad, sea el Barcelona o quien sea. Queda poco tiempo y hay que aprovecharlo al máximo", sentenció Sergi en su presentación con el Almería.
En dicha rueda de prensa explicó que "conseguir victorias" es algo que "no viene solo", sino que "hay un trabajo detrás en el día a día", que hay que aplicar "lo más rápido posible" porque "el fútbol no para" y hay que aprovechar "los partidos en casa" para "conseguir esos puntos" para "creer en la salvación".
"Si estamos aquí es porque realmente creemos. Venimos con la ilusión de intentarlo y, a través de lo visto ya, conseguir un estilo que haga a la plantilla sacar lo máximo. Hay muchos equipos implicados en el descenso, y probablemente alguno que haya salido caiga", explicó el nuevo técnico almeriense.
Además, aseguró que cree que este equipo "debe estar más arriba", algo que se consigue "explotando las virtudes" del equipo a base de "unión, sacrificio y trabajo", con las que se mostró convencido de "poder conseguir el objetivo final de sacar al Almería adelante".
"El sello está puesto ya. Sabemos ya a lo que tenemos que jugar, y hay una cosa que es la más importante, y es que todo equipo esté muy juntito y conseguir ejecutar las transiciones rapidez y haciendo daño", afirmó Sergi, que también apuntó como una "lacra" los goles en contra, algo que se corrige a base de esfuerzo.
Sobre la plantilla, analizó que tienen "una base de gente veterana" con la que puede "administrar perfectamente los tiempos", y apuntó que necesita "la ayuda de los jóvenes", y ver "cómo están anímicamente" para darles un empujón para conseguirlo.
"Si alguien se cree que es más, no es el momento adecuado. Pero hay que sacar el orgullo y no tener miedo", expresó sobre lo que puede encontrar en el vestuario, donde volverá a coincidir con Javier Espinosa después de entrenarle en las categorías inferiores del Barcelona, y al que considera uno más.
En cuanto a su debut, en el Camp Nou ante un Barcelona en el que pasó casi toda su vida de futbolista y dio también sus primeros pasos como técnico, aseguró que son "casualidades de la vida" y que le hubiera gustado "un campo donde ver reflejadas más cosas de las trabajadas", aunque también afirmó estar "contento".
"Si planteo un partido para entrenar nos quedamos aquí. Hay que intentar ganarlos. Ahora mismo no puedes ir a cualquier sitio derrotado y bajar los brazos. Es un partido en el que no hay que tener ningún tipo de respeto ni miedo, porque hay más que ganar de lo que perder", repasó sobre el que será su primer encuentro.
Sobre su estancia en el banquillo almeriense, aclaró que su contrato "en principio es hasta final de temporada", ya que desconocen cuál será la situación del club a final de curso, mostrándose agradecido de la confianza depositada "aunque no exista contrato" más allá, y convencido de "las posibilidades" del club.