Los dos equipos saltaron al campo con ánimos bien distintos. El Sevilla venía de perder la Supercopa de Europa frente al Real Madrid y tenía hambre de victoria mientras que el equipo culé había ganado el Gamper y llegaba con buenas sensaciones. Con un Sánchez Pizjuán lleno hasta la bandera el conjunto hispalense dejó muy claras sus intenciones desde el principio: tener el control del balón y presionar arriba al Barça.
En los primeros minutos del partido ambos equipos pelearon por el control del balón. Los de Luis Enrique tuvieron la primera ocasión de gol con un gran pase de Busquets a Luis Suárez que sacó con una gran paradón Sergio Rico. Los sevillistas no se echaron atrás y crearon peligro en el área culé aunque no terminaban de finalizar las jugadas.
El Sevilla siguió presionando y creando peligro pero algunos despistes en defensa hicieron que las ocasiones fueran más numerosas para el Barça. El equipo culé tuvo que hacer un cambio obligado en el minuto 25. Mathieu se tuvo que retirar por lesión entró en el campo uno de los nuevos fichajes, Digne. Los problemas se le acumularon al Barça cuando un choque entre Mariano e Iniesta dejó al de Fuentealbilla tendido en el suelo doliéndose de la rodilla. El culé pudo volver al campo pero poco después tuvo que ser sustituido por Denis Suárez.
El conjunto hispalense siguió a lo suyo pese a que no disfrutó de ocasiones claras de gol. Los fallos y las imprecisiones por parte de ambos equipos hicieron que el marcador se quedase en un empate a cero en los primeros 45 minutos de partido.
La segunda parte empezó con el mismo guión que acabó la segunda aunque esta vez las malas noticias fueron para el Sevilla. Escudero tuvo que abandonar el terreno de juego por lesión y en su lugar salió Sarabia. El partido seguía con la misma inercia que en la primera parte hasta que llegó el gol del Barça. Esta vez Luis Suárez no perdonó y adelantó a su equipo en el marcador. El tanto dio confianza al equipo azulgrana y Messi tuvo el segundo en sus botas pero Sergio Rico lo evitó con otra gran parada.
El Barça empezó a jugar mucho más cómodo mientras que el Sevilla se echó atrás y dejó más espacio al rival. Los culés disfrutaron de ocasiones claras de gol que no llegaron a materializar y los de Sampaoli buscaron el empate con las ideas poco claras en ataque. Cuando más lo estaba intentado el Sevilla, Munir culminó un contraataque para poner el 0-2 en el marcador y sentenciar el partido.
El Sevilla no se rindió pero no logró hacer gol y se le puso muy díficil el partido de vuelta en el Camp Nou. El Barça sacó petróleo en un partido que no pudo dominar pero en el que su puntería fue clave para encaminar la eliminatoria.