Así, en apenas dos minutos se adelantó el conjunto nervionense tras un error en la salida a la zona de tres cuartos del guardameta Gorka Iraizoz, del que supo aprovecharse a la perfección Aleix Vidal para marcar a placer. Lejos de venirse atrás y entregar el dominio del balón, los de Unai Emery controlaron a su rival, inoperante en ataque en la primera parte, y dispusieron de un par de ocasiones claras antes de ampliar su ventaja.
Prácticamente en el ecuador del primer periodo, los sevillistas triangularon en las inmediaciones del área de Iraizoz para dejar solo a su máximo goleador, Carlos Bacca, quien no perdonó ante el portero pamplonica. A partir de ahí, hubo una ligera reacción del Athletic que, aunque lo intentaba, no llegaba a chutar entre los tres palos. La ocasión más clara del cuadro bilbaíno fue tras una jugada combinativa que no llegó a concretar Aritz Aduriz, al interceptar el centro Nico Pareja.
Sin embargo, en los compases previos al descanso el Sevilla volvió a morder en una nueva acción de Bacca, al que esta vez Iraizoz le ganó la partida en el mano a mano. Además, los vascos se encontraron con un nuevo contratiempo al lesionarse Iker Muniain. Tras la reanudación, más de lo mismo, con el Sevilla neutralizando a su rival en ataque y saliendo al contragolpe para sentenciar a unos visitantes que no fueron capaces de recortar distancias pese a buscar el 2-1 de todas las maneras posibles.
Así las cosas, el conjunto hispalense frenó la dinámica ganadora de los 'leones' --octavos y hasta la fecha con cinco victorias consecutivas-- que, si un mes atrás miraban de reojo al descenso, ahora buscan la séptima plaza ostentada por el Málaga, ya que de no arrebatarle la Copa del Rey al Barcelona les valdría para entrar en la Liga Europa. La escuadra andaluza, por su parte, sumó su cuarto triunfo seguido y presiona a colchoneros y valencianistas en la lucha por la 'Champions'.