Los gallegos, que sólo han perdido un partido de los últimos cinco --ante el Barça-- ofrecieron un buen nivel desde el principio, aunque se encontraron con el primer gol a los 10 minutos. Una falta de Cavaleiro rebotó en la zaga local y tras pegar en los pies de Borges superó a Toño.
El gol despertó a los pupilos de Paco Jémez, que siguen peleados con su estadio, y Alberto Bueno estableció las tablas con un disparo desde el punto de penalti. El excanterano del Real Madrid hizo bueno un pase de Trashorras desde la banda izquierda. A partir de ahí Toño se convirtió en protagonista.
Primero ante un lanzamiento de José Rodríguez y después tras otra falta de Cavaleiro que acabó estrellándose en el larguero. Poco después, el Rayo vio cómo se le anulaba un gol por fuera de juego y Bueno dispuso de la ocasión para igualar el duelo a 20 minutos para el final. Fabricio hizo gala de sus reflejos e impidió el empate para los locales.
De esta forma, el Deportivo asciende a la decimotercera posición a la espera de que se complete la jornada, mientras que el equipo de la barriada madrileña se queda décimo. Los de Jémez han perdido tres de los cuatro últimos partidos, pero su situación todavía está lejos de los puestos más comprometidos.