El bus del Manchester fue apedreado, pero además recibió botellazos y lanzamiento de cervezas que provocaron que una de las lunas laterales terminase rota. Además, un bote de humo también fue lanzado en el momento de las agresiones al autobús del United.
"No fue agradable. Se ha dado una imagen decepcionante", dijo el capitán de los 'red devils' Wayne Rooney. Muchos aficionados parecían haber surgido de repente en el último partido en casa del West Ham en Upton Park antes de su traslado al Estadio Olímpico de Londres.