"Hoy lo del árbitro ha sido una broma. Ha sido vergonzoso que los dos penaltis no se hayan concedido. Durante setenta minutos hemos sido mejores. Después hemos tenido siete malísimos minutos y no hemos
respondido bien al primer gol. Le he dicho a los jugadores que esa era mi única crítica, no responder bien al primer gol. Salimos enfadados porque parece una derrota espantosa, pero el resultado no refleja lo sucedido", comentó tras el duelo en rueda de prensa.
No quiso excusarse en el árbitro e insistió en que hubo tres factores clave que decantaron la balanza para los 'leones, el árbitro, la falta de acierto de los delanteros y la inexistente capacidad de reacción de sus jugadores tras el 0-1.
El técnico inglés defendió a Dani Parejo, quien perdió un balón por salir de tacón ante Mikel Rico que supuso el segundo tanto de los vascos. "Creo que es ridículo culpar a un solo jugador, es absurdo". Sin embargo, dejó un recado para los delanteros, remarcando que el "problema es la materialización de los goles".
"De poder a poder ante un gran rival. Creo que estábamos nosotros mejor. Me sorprende que no hayamos ido uno o dos goles por delante. pero al final en el fútbol, has perdido 0-3, aunque no refleja lo que ha sucedido", añadió.
A pesar de ello, sí elogió a los suyos como conjunto expresando que ha "disfrutado en la manera en que el equipo estaba jugando", recalcando que su combinado era "el que tenía el control y ellos han sido los que han sufrido".
Para terminar, fue cuestionado por el choque de Europa League contra el Athletic dentro de dos semanas y si este de liga repercutirá en la eliminatoria.
"Sabíamos que el Bilbao iba a ser difícil, seguro que se van a casa contentos. Aún así, sabrán que durante setenta minutos ha sido incómodo para ellos y que les espera un partido complicado dentro de dos semanas. Pero ahora pienso en Málaga", concluyó.